El escritor marroquí Abdelaziz Benhadouch falleció ahogado en una playa de Agadir el sábado 22 de octubre de 2016. Este escritor y profesor de filosofía había alcanzado notoriedad en Marruecos tras haber sido condenado el pasado mes de agosto a dos meses de prisión condicional por “injuria y difamación”.
Además, se le impuso una multa de 1000 dirhams (91 euros) e indemnización de otros 20000 dirhams (1838 euros), por el Tribunal de Primera Instancia de Uarzazat como consecuencia de un libro, ‘La isla de los machos’ –Jazirat Addocour en árabe- que había escrito diez años atrás.
Dos miembros de una familia se identificaron con los personajes que aparecían en la obra e iniciaron una demanda contra el escritor, que explicaba al respecto: “ellos sienten que están representados por mi novela. Cuando la escribí yo no lo sabía en absoluto, la historia es ficticia, el lugar de los hechos, el espacio, no está identificado y todos los personajes están inspirados en la literatura”.
Su hermana Hanan confirmó el fallecimiento tras reconocer su cadáver en el hospital Hassan II: “No tenía miedo a la muerte, esperaba morir en cualquier momento”, recordando que seguía recibiendo diferentes amenazas de muerte a raíz de la publicación de su obra. De hecho, llegó a ser agredido en un encuentro cultural.
Benhadouch, quien se mostraba muy decepcionado tras conocer la sentencia, que no tenía precedentes en Marruecos, se había trasladado a Agadir tras ejercer como profesor en Taznakht, pequeña localidad del sur marroquí de menos de 10 000 habitantes, donde escribió la obra. Su hermana expresó el deseo que fuera enterrado en Marraquech.
El novelista estaba preparando otro libro titulado ‘Los dientes del diablo’ que esperaba ver publicado. La novela ‘La isla de los machos’ estaba disponible en puntos de venta muy limitados debido a que no poseía editor alguno y era una autoedición.
Su caso motivó la solidaridad de asociaciones de Derechos Humanos y de la Unión de Escritores de Marruecos que denunciaban que, con la sentencia condenatoria, se “confisca arbitrariamente la libertad de pensamiento, expresión y creatividad” y además se perjudica la imagen de Marruecos.