El 6 de diciembre e 2014 ha fallecido, a los 92 años de edad, el ingeniero estadounidense de origen alemán Ralph Baer, inventor con muchas patentes registradas a su nombre pero conocido mundialmente por haber creado, en 1972, la primera vídeoconsola comercializada: la famosa Odyssey (Magnavox Odyssey), una pequeña caja negra que es el ancestro de las Playstation, Xbox y Wii U actuales.
Tres años antes, en 1968, había desarrollado el primer sistema que permitía jugar sobre una pantalla de televisión, lo que le convertía en uno de los grandes pioneros en la materia.
Nacido en Alemania en 1922, Ralph Baer emigró a Estados Unidos con su familia, en 1938, huyendo del régimen nazi. Trabajó primero en una fábrica de kits de manicura. A los 17 años inventó una máquina que le permitía confeccionar hasta seis al mismo tiempo. Mientras tanto, empezó a estudiar electrónica por correspondencia y en dos años recibió un diploma de “reparador de radios”. Una especialidad que durante la Segunda Guerra Mundial le permitió ser destinado a los servicios de Inteligencia.
Terminada la guerra, trabajó para el Pentágono en una compañía de electrónica, Sanders and Associates, especializada en el desarrollo de sistema antisubmarinos y antiradares. Uno de sus jefes le prestó los 2500 dólares que necesitaba para crear dos controladores analógicos para jugar. El propio Baer recordaba en 2010 que, al cabo de 15 minutos, todos los presentes en la planta de la compañía establecían una especie de lista para apuntarse al juego”. Tras varios prototipos, en 1972 –“el año cero de los vídeojuegos”- la empresa Magnavox sacó al mercado la consola Odyssey de la que, en el primer año, se vendieron 130.000 ejemplares. Hasta 1975, año en que fue reemplazada por otras más sencillas, las Odyssey 100 y 200, se vendieron más de 340.000 modelos.
En los años siguientes, Ralph Baer trabajó en diferentes proyectos y prototipos, entre otros el de la pistola óptica para disparar sobre la pantalla (Nintendo la ofrecía con su primera consola, la NES), o el juego electrónico Simon, para ejercitar la memoria de los niños. En 2006 recibió la condecoración estadounidense National Medal of Technology, por el conjunto de una brillante carrera en la que pudo registrar hasta 150 patentes con su nombre.
Según el Instituto Gartner de investigación tecnológica, los juegos de vídeo constituyen una industria que factura hoy setenta y siete mil millones de euros a escala mundial.