En un vídeo publicado en las redes sociales, Yulia Navalnaia, viuda del opositor ruso Alexey Navalny, acusa directamente al autócrata Vladimir Putin de haber matado a su marido: «Sabemos exactamente –ha escrito- por qué Putin mató a Alexei hace cuatro días y pronto os lo diremos. Descubriremos quien y como ha cometido el crimen. Os daremos sus nombres y enseñaremos sus rostros».
Yulia Navalnaia, de 47 años, también ha dicho que recoge el testigo de su marido para «continuar la causa», y afirmó que «en mi lugar debería estar otra persona, pero esa persona fue asesinada por Vladímir Putin. Hace tres días Putin mató a mi marido. Putin mató no solo a la persona, Alexéi Navalni, sino que junto a él ha querido matar nuestras esperanzas, nuestra libertad y nuestro futuro».
En el mensaje, grabado desde un exilio que acaba de comenzar, ha añadido que durante todos estos años estuvo junto a su marido «en las manifestaciones, arrestos domiciliarios, registros y durante su envenenamiento en el verano de 2020. Era feliz estando a su lado y apoyándole, pero hoy quiero estar con vosotros, porque perdisteis no menos que yo (…) A mi marido no era posible doblegarlo y justo por eso Putin lo mató. De manera vergonzosa, cobarde, sin decidirse a mirarle a los ojos o pronunciar su nombre».
Desde el sábado pasado, las autoridades penitenciarias están negando entregar el cuerpo del fallecido a su madre, quien se ha trasladado hasta colonia penitenciaria del Artico donde su hijo cumplía la última condena impuesta de diecinueve años, y donde se produjo el fallecimiento, según los mismos responsables debida a una «muerte súbita».
En declaraciones a distintos medios, los abogados de la familia Navalny aseguran que el gobierno ruso esconde su cuerpo para «encubrir a los asesinos»: «No les han dejado entrar, a uno de los abogados le han tratado literalmente a empujones; ha informado el equipo de Navalny en su canal de Telegram.
Según informaciones de OVD-Info, organización que vela por los derechos de los detenidos, más de sesenta mil personas han firmado una petición popular para que las autoridades entreguen el cadáver de Navalny a su familia, al tiempo que el Comité de Instrucción de Rusia ha informado a la madre y al abogado de que «la investigación de la muerte se ha prolongado» y añade que «se desconoce por cuánto tiempo puede prolongarse y por el momento, las causas de la muerte ‘no han sido establecidas’. Mienten, ganan tiempo y ni siquiera lo ocultan».
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha asegurado en su rueda de prensa telefónica diaria que «la investigación aún está en marcha, se llevan a cabo todas las acciones necesarias al respecto», añadiendo que la entrega del cuerpo de Navalni a sus familiares «no es asunto» del Kremlin. Y ha calificado de «groseras» e «inaceptables» las afirmaciones de los dirigentes occidentales que responsabilizan al Kremlin del fallecimiento del opositor.
Ya asciende a unas cuatrocientas el número de personas detenidas en Rusia desde el fallecimiento del opositor Alexei Navalny, y al menos ciento cincuenta ha sido condenadas a penas de prisión, como el sociólogo Boris Kagarlitsky, a quien han condenado a cinco años de cárcel.