Tanto Cermi Mujeres (FCM) como Cermi Estatal han exigido terminar con la discriminación que sufren las mujeres con discapacidad en el acceso al mercado laboral.
Este dato se ha puesto de relieve en el manifiesto publicado con motivo del día internacional de la mujer, que ha sido elaborado de forma accesible para que pueda ser leído en lengua de signos, lectura fácil y braille, al igual que mediante pictogramas. La garantía de accesibilidad, que es otro de los caballos de batalla del colectivo femenino, hace que sin duda, tenga determinada una situación global de empobrecimiento y precariedad por el mero hecho de tener una discapacidad, a pesar de sus enorme capacidades.
En el texto se ha refrendado que el derecho al trabajo es de todas las personas con discapacidad y figura de igual forma en la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, así como el mandato de garantizar el acceso al empleo de toda la ciudadanía, según cita la Convención de la ONU para la eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer, así como en la Constitución Española, en donde también figura, y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Las mujeres con discapacidad siguen siendo en España un colectivo pobre y excluido, en mayor parte por la falta de formación profesional competitiva, por la alta tasa de inactividad laboral y por la falta de acceso al mercado de trabajo. De igual forma, es importante la brecha salarial y las ostensibles diferencias entre el sueldo entre hombres y mujeres, además de la ausencia de conciliación de la vida familiar y laboral. Debido a la esperanza de vida de las mujeres, estas son discriminadas solamente por el mero hecho de tener una discapacidad y ser mujer, explica el manifiesto.
Es importante destacar la tasa de inactividad de las mujeres con discapacidad, que asciende al 64,8 %, una cifra muy alta en comparación con los varones con la misma discapacidad. Es también significativo, añade, que la mayor precariedad, los contratos a tiempo parcial y la remuneración inferior hace que, según el estudio ODISMET 2018, el salario medio de las mujeres con discapacidad sea 17 365 frente al de los hombres, que asciende a 3000 euros más para el mismo puesto de trabajo.
En este sentido, la Fundación CERMI Mujeres urge a las administraciones a impulsar políticas de activación sociolaboral de las mujeres con discapacidad que incidan en la formación y el empoderamiento para alcanzar la plena participación en el empleo; políticas que deben ir dirigidas a aquellas mujeres que deben enfrentarse a mayores obstáculos a la hora de encontrar empleo; especialmente las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo.
Impulsar políticas de promoción de la autonomía personal y de atención a las personas en situación de dependencia, así como garantizar un entorno laboral libre de violencia y acoso, así como la adaptación a la transformación digital que les permita ser independientes. En el mismo sentido, la FCM hace un llamamiento para «impulsar políticas de promoción de la autonomía personal y de atención a las personas en situación de dependencia que, en el marco de una política de cuidados concebida desde un enfoque de derechos humanos, tenga en consideración la realidad de las mujeres con discapacidad, no solamente como receptoras de cuidado, sino también como proveedoras del mismo, hecho que suele ignorarse de manera sistemática».