Niños pequeños de 2 a 5 años que están actualmente medicados podrían beneficiarse de la terapia cognitivo conductual que determina el reciente informe Signos Vitales, de los Centros para el Control y la Prevención de Capacitación en terapia conductista antes que tratar dicho trastorno con medicación.
El TDAH es un trastorno biológico que causa en el infante hiperactividad, impulsividad y sobre todo problemas de atención. Cerca de 2 millones de los más de 6 millones de niños con TDAH recibieron un diagnóstico antes de los 6 años en Estados Unidos. Los niños más pequeños tienden a tener los síntomas más graves pero tienen mejor solución con la terapia conductista en una edad temprana. Los padres pueden aprender a desarrollar ciertas destrezas para guiar el comportamiento de su hijo.
Comunicación positiva: Cuando los padres les prestan toda la atención a sus hijos y repiten lo que los niños les han dicho utilizando las mismas palabras, los niños saben que los están escuchando y que a sus padres les importa lo que tienen que decir.
Refuerzo positivo: Elogie al niño cuando haga algo bien. Mientras más elogien los padres un comportamiento, más probabilidades hay de que el niño vuelva a comportarse de esa manera.
Estructura y disciplina: Los niños se comportan mejor cuando su mundo es predecible. Establezca rutinas y horarios para ayudar al niño a saber qué esperar todos los días. Responda al comportamiento del niño de la misma manera todo el tiempo para ayudarlo a aprender más rápidamente.
«Reconocemos que estas no son decisiones de tratamiento fáciles de tomar para los padres», dijo la Dra. Schuchat. «Sabemos que la terapia del comportamiento es eficaz y que las destrezas que los padres aprenden pueden ayudar a toda la familia a tener éxito. Desarrollar estas destrezas en los padres y los niños empodera a las familias y ayuda a los niños pequeños con TDAH a que alcancen su máximo potencial», agregó.