Fecha límite 30:06:2018
Las alcaldesas de Madrid, Manuela Carmena, y Barcelona, Ada Colau, han presentado la exposición «No pasarán. Madrid 1936. 16 días», que recuerda a los madrileños que en noviembre de 1936 lucharon contra las tropas sublevadas, al mando del general Francisco Franco, en contra del Gobierno republicano. La muestra está organizada por la Oficina de Derechos Humanos y Memoria que dirige el tercer teniente de alcalde, Mauricio Valiente. Estará abierta al público desde mañana, miércoles, hasta el próximo 30 de junio.
Manuela Carmena destacó que “Madrid no solamente en ese momento estaba manteniendo esa batalla por la democracia contra el fascismo, sino que además estaba manteniendo una batalla por la legalidad. Porque a veces se nos olvida quiénes fueron los rebeldes”. Y en este sentido recordó la frase que el magistrado del Tribunal Supremo, Francisco Javier Elola, dijo al ser procesado y condenado a muerte: “En aquel juicio se le acusaba de rebelde y se le procesaba por un delito de rebeldía y el magistrado dijo: dejemos las cosas claras los rebeldes fueron ustedes, yo defendía la legalidad. Madrid defendía la legalidad. Y eso es muy importante en estos momentos que se habla tanto de legalidad recordar que nuestros madrileños, cuyas expresiones las vamos a ver en esta exposición, luchaban por la democracia pero desde la legalidad, porque fueron otros los que la rompieron. Y es necesario que recordemos la historia, y la historia tiene que tener esas definiciones que nos permiten saber quiénes y porqué y quienes fueron y quienes no fueron responsables de lo que pasó”.
La presentación tuvo como escenario el Salón Real de la Casa de la Panadería y la muestra estará abierta al público en la Sala de Bóvedas del mismo edificio.
En la muestra se exhibe uno de los diez carteles originales que el Ayuntamiento de Barcelona ha donado al de Madrid, en los que se refleja la solidaridad del pueblo catalán con la población madrileña asediada en 1936. También se podrá contemplar por primera vez una escultura en bronce de un joven miliciano conocido como El Madriles, realizada en yeso durante la Guerra Civil por el escultor Josep Viladomat y que será adquirida por el Ayuntamiento para el Museo de Historia de la Ciudad de Madrid.
No Pasarán. Madrid 1936. 16 días centra su relato en el comportamiento colectivo del pueblo madrileño y en los diferentes aspectos que marcaron las más de dos semanas de la defensa de Madrid. El visitante podrá hacer un recorrido por la gesta protagonizada por madrileños anónimos a través de numerosas fotografías, carteles, películas y manuscritos del general Franco, muchos de ellos inéditos o desconocidos.
Uno de estos documentos, firmado por el general Franco el 29 de octubre de 1936, señala: “Españoles: Se acabó el engaño. Las fuerzas nacionales están a las puertas de Madrid. Si conscientes de vuestra situación entregáis las armas y os sometéis sin resistencia, os prometo una justicia serena; y, si por el contrario, persistís en el error que empeña la lucha, no pueden calcularse las proporciones del castigo”.
16 días de resistencia
El 7 de noviembre de 1936, Madrid se convirtió en el principal frente de batalla de la Guerra Civil. Las tropas de Franco, que habían tomado posiciones en la Casa de Campo y en la orilla izquierda del Manzanares, a escasos kilómetros del centro de Madrid, recibieron la orden de asaltar la ciudad.
A partir de ese momento, en el que los sublevados daban por conquistada la capital y los defensores estaban dispuestos a resistir, se suceden los acontecimientos de forma vertiginosa:
- Las tropas republicanas reciben la orden de llevar la defensa de la ciudad al límite
- El Gobierno de la República abandona la capital para instalarse en Valencia
- Madrid se convierte en un campo de batalla, lleno de trincheras y fortificaciones improvisadas
- Los bombardeos de la aviación rebelde se suceden diariamente, convirtiendo a Madrid en la primera gran ciudad europea que sufrió un bombardeo aéreo
- Miles de voluntarios de toda España se dan cita en Madrid para luchar contra el fascismo
- Las Brigadas Internacionales, compuestas por miles de voluntarios extranjeros, se unen a la defensa de Madrid
- Cientos de miles de refugiados, que se habían concentrado en Madrid huyendo de los combates, tienen que ser evacuados
Finalmente, el 23 de noviembre, con las tropas sublevadas muy mermadas y, al igual que las fuerzas defensoras, al borde de la extenuación, Franco decide que Madrid deje de ser un objetivo militar preferente. Esta renuncia por parte del ejército sublevado supuso una auténtica victoria para el pueblo de Madrid alcanzada gracias a una movilización masiva.
En defensa de la libertad
La exposición, en lugar de hacer una narración cronológica de los hechos, se estructura en torno a 16 ítems o unidades temáticas por los 16 días que duró la batalla, entre las que se encuentran “Luchar”, “Fortificar”, “Bombardeos”, “Solidaridad” y “El Otro Madrid”.
Esta estructura expositiva permite realizar un relato desde la historia de las personas anónimas, desde lo colectivo, y no tanto desde los grandes personajes. Como explica Gonzalo Berger, uno de los comisarios de la exposición, “la batalla de Madrid y su resistencia adquiere sentido reivindicarla si es a partir del comportamiento colectivo de los madrileños. Son ellos los que ganan la batalla. Por mucho que Durruti viniera a Madrid o por muy importante que fuera el papel de Miaja o Rojo. Es el pueblo de Madrid, sus barrios, sus hombres, sus mujeres, sus viejos, sus jóvenes… los que dan la cara por la República y por la defensa de la libertad.”
La otra comisaria de la muestra, Tània Balló, asegura que esta exposición tiene como principal objetivo reconciliar al madrileño con su historia: “Madrid tiene que dejar de ser la ciudad franquista por excelencia para convertirse en referente de la libertad y del “No pasarán”. Es necesario reivindicar este episodio histórico en el que Madrid, contra todo pronóstico, consiguió frenar el avance de las tropas franquistas”.
Desde la Oficina de Derechos Humanos y Memoria de Madrid se indica que el objetivo de esta exposición se encuadra dentro de la misión principal de una política pública de memoria, orientada a rescatar, destacar, conmemorar y transmitir los valores y esfuerzos democráticos que, en medio de graves episodios violentos, pugnaron por defender la dignidad, la igualdad, la libertad… El Ayuntamiento considera que los recuerdos de estas luchas constituyen un patrimonio público que debe ser conservado.