No se debe minimizar, marginar o despreciar la voz de Podemos

Invito al lector a revisar en las hemerotecas las portadas que el movimiento de Los Indignados obtuvo en los principales diarios del país y en otros medios de información internacionales. Lo que ocurrió en torno al 15-M consta con manifiesta relevancia en espectaculares fotografías y titulares a toda portada.

Seguuidores de Podemos llenan la Puerta del Sol de Madrid en la «Marcha del cambio»

Habrá quien se niegue a admitirlo, pero mucha de la gente que anteayer se congregó de modo tan masivo como abigarrado en la Puerta del Sol y calles limítrofes, formó parte de aquellas convocatorias que sí fueron noticia en los medios con toda la significación que el hecho demandaba.

Eso lo saben quienes estuvieron el sábado y entonces en el que por otros motivos y otros cronistas sería llamado corazón de España. Lo saben porque lo que se dijo anteayer desde la tribuna y se gritó desde la concurrencia fue el mismo mensaje que llenó de pancartas muy elocuentes el escenario de la histórica plaza madrileña. Ese mensaje, sin embargo, no ha tenido al día la misma acogida en los mismo periódicos (nacionales)* que sí reflejaron el de hace casi cuatro años. ¿Qué ha ocurrido de por medio?

Que un nuevo partido político, con un año de vida, se hizo cargo de aquella voz, la ha interpretado y la ha hecho suya. Y que ese partido, además, a los pocos meses de ser fundado por un grupo de profesores universitarios, se presentó a unas elecciones europeas y obtuvo cinco diputados sin apenas medios para sufragar su campaña electoral. Sólo esto ha ocurrido de por medio, esto y que desde la pasada primavera Podemos no ha parado de ganar expectativas de voto entre los ciudadanos, convencidos de que su mensaje es aquel del 15-M en que, como dijo El Roto en una de sus más explícitas viñetas, los jóvenes salieron a la calle y súbitamente todos los partidos envejecieron.

Sí que están viejos, no dejan de avejentarse. Están muy viejos los partidos y muy viejo el régimen que defienden, estructuralmente corrompido. También están viejos esos medios de comunicación, dependientes de los poderes político y financiero, que anulan todo principio deontológico para no dar fe con la significación que tiene de lo que pasó en el que -repito- por otras circunstancias y otros cronistas sería llamado corazón de España.

Ese corazón latió el sábado otra vez con un acento joven y revitalizador que se pretende ignorar, minimizar o despreciar. Estoy convencido de que este país sufriría una decepción muy grave y de serias consecuencias para su futuro si lo que ayer latió en la Puerta del Sol se apaga. Ténganlo en cuenta quienes lo han prendido y, sobre todo, quienes están dispuestos a apagarlo.

  • La BBC sí abrió su telediario con la convocatoria de Podemos. TVE lo hizo con noticias del tiempo invernal. También los principales diarios internacionales resaltaron el éxito de la convocatoria.

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