Nuevas denuncias de RSF sobre la libertad de información en Marruecos

Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha manifestado de nuevo su preocupación por la actual situación de la libertad de información en Marruecos, país que visitará el presidente francés François Hollande este sábado, 19 de septiembre.

Ya en marzo, RSF había registrado numerosos casos de periodistas acosados o denunciados por difamación por criticar las políticas gubernamentales o tratar temas sensibles para el Estado. Las autoridades marroquíes tienen desde hace años en el punto de mira a muchos de estos periodistas.

Los periodistas marroquíes que se atreven a criticar las tres líneas rojas, el Islam, la monarquía, o la situación en el Sáhara Occidental, se enfrentan a posibles multas o largas penas de cárcel.

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Ali Lmrabet en la Plaza de las Naciones de Ginebra

El periodista Ali Lmrabet, a quien se le prohibió en 2005 ejercer la profesión durante diez años, inició una huelga de hambre ante la sede del Consejo de Derecho Humanos de la ONU, en Ginebra, en los meses de junio y julio para llamar la atención sobre la negativa de su gobierno a darle la documentación necesaria para poder volver a ejercer el periodismo. El alcalde de Nápoles, Luigi de Magistris, acaba de anunciar su apoyo para que le dejen ejercer la profesión con una iniciativa en change.org

Su condena de diez años de inhabilitación profesional fue debida a que había declarado al semanario Al-Mustaqil que los saharauis de Tinduf son refugiados y no secuestrados por el Polisario. En 2003 fue sentenciado a cuatro años de cárcel por una serie de artículos críticos contra el rey Mohamed VI que le valieron la condena “por atentar contra la imagen del rey”. Tras una huelga de hambre y una campaña internacional de apoyo salió en enero de 2004.

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Mahmud Al Haissan, periodista

El corresponsal del canal de televisión del Frente Polisario, RASD TV, Mahmud Al Haissan es otro ejemplo. Fue puesto en libertad bajo fianza en febrero tras más de ocho meses de detención. Su juicio, sin embargo, continúa. El periodista saharaui fue arrestado y llevado ante un juez en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, administrado por Marruecos desde 1975. Fue acusado de “reunión armada”, obstruir la vía pública”, “agresión a funcionarios en el desempeño de sus funciones” y “dañar la propiedad pública”.

Según las ONG locales, Mahmud Al Haissan hacía la cobertura de los sucesos tras el partido Argelia-Alemania, de la última Copa del Mundo de fútbol, el 30 de junio de 2014, que había llevado a su detención en El Aaiún. Los sucesos tomaron rápidamente una dimensión política a favor de la independencia y Mahmud Al Haissan había filmado e informado de un uso desproporcionado de la fuerza por la policía marroquí para dispersar a los manifestantes saharauis.

El caso de Alí Anouzla también ejemplifica a aquellos periodistas que se atreven a tratar temas como la monarquía. Estuvo detenido cinco semanas, acusado de terrorismo en 2013 por publicar un enlace a un contenido del diario español El País que contenía un video difundido por Al Qaeda. Anouzla ha lanzado recientemente Lakome2, espacio sucesor de Lakome, cerrado por las autoridades marroquíes hace dos años.

El director del diario Al-Akhbar (Las noticias) Rachid Nini, tuvo que pagar una multa por una denuncia por difamación interpuesta por el ministro de Transporte, Abdelaziz Rabbah, tras la publicación de dos artículos que acusaban a una empresa privada de usar material inadecuado para la construcción de una carretera. El periodista ha recurrido la sentencia. Nini, quien vivió una experiencia como inmigrante irregular en España, cumplió penas de prisión en 2011 también por una denuncia periodística.

El editor de la web independiente Badil.info, Hamid El Mahdaoui publicó un artículo sobre una explosión de un vehículo en Mequinez, en enero, y fue acusado de publicar noticias falsas “con mala fé” y alterar el orden público. La acusación provenía del gobernador de la región, para quien el coche se incendió y explotó sin ninguna causa. Como resultado, El Mahdaoui fue multado y su espacio online cerrado en agosto, semanas después de haber sido sentenciado a cuatro meses de cárcel. La sentencia quedó suspendida y el periodista fue obligado a pagar una multa por una cobertura supuestamente incorrecta de la muerte de Kari Lachkar bajo custodia policial. La fuente del periodista también recibió la misma condena a prisión.

Ahmed Najmi y su web Goud.ma, fueron condenados por difamar e insultar al secretario privado del rey tras haber reproducido un artículo en el que se le acusaba de corrupción. Najmi perdió el recurso de apelación y tendrá que pagar una elevada indemnización.

Los periodistas profesionales y no profesionales también están sometidos a vigilancia en Internet. Entre ellos se incluye Maati Monjib, director de la ONG Freedom Now y la Asociación Marroquí de Periodismo de Investigación, que inició ayer una huelga de hambre.

La policía le acusa de poner en riesgo la seguridad del Estado en sus jornadas de formación a periodistas multimedia con la ONG Freedom Now. Varios miembros de la Asociación Marroquí de Periodismo de Investigación también son blanco de las autoridades, como Hicham Mansouri, sentenciado en marzo a diez meses de cárcel por adulterio.

El ministro del Interior, Mohamed Hassad –recientemente condecorado por España- presentó una queja el mes de julio por un informe publicado por Privacy International y la Asociación de Derechos Digitales de Marruecos que condenaba la vigilancia en las redes usada por las autoridades marroquíes contra periodistas y activistas.

Los miembros de la Asociación de Derechos Digitales de Marruecos están expuestos a ser detenidos o interrogados en cualquier momento y su vicepresidenta, Karima Nadir, ya ha sido interrogada durante cinco horas, el pasado 8 de septiembre.

Los medios de comunicación internacionales también sufren la censura y el acoso por parte de las autoridades. Recientemente el reportero español Gervasio Sánchez denunció las dificultades que impone Marruecos para ejercer el periodismo en el Sáhara Occidental siendo expulsado del país el abogado que le acompañaba cuando pretendía documentarse y entrevistar a víctimas de violaciones de derechos humanos. También, entre enero y febrero de este año, periodistas franceses de France Télévision y France 24 fueron expulsados del país por intentar trabajar sin permiso después de no haberlo obtenido en numerosos intentos antes de trasladarse a Marruecos.

Reporteros Sin Fronteras ya mantuvo una polémica con las autoridades del Ministerio de Comunicación marroquí, que cuestiona sus informes e insisten en los avances de la libertad de prensa en Marruecos. RSF lamenta que tres proyectos de ley sobre la prensa y la edición, -que contendría algunos avances, como la abolición de las sentencias de cárcel para las ofensas de prensa-, sobre la situación del periodista profesional y el Consejo Nacional de Prensa fueron presentados por el Ministerio de Comunicación hace casi un año, el 18 de octubre de 2014 y aún no se han adoptado.

Marruecos ocupa el puesto 130 de 180 en la clasificación mundial de la libertad de prensa 2015 de RSF, habiendo mejorado seis puestos. Hay que recordar, no obstante, que en 2014 prohibió un total de 30 publicaciones extranjeras en base al artículo 29 del Código de Prensa. En 2012 también prohibió por dos veces la entrada a su territorio del periódico español El País. Ese año también fue impedida la entrada de 29 periódicos y revistas extranjeras.

La visita de Hollande a Marruecos también ha generado polémica porque va a condecorar con la legión de honor francesa al director general de la Seguridad Nacional marroquí, Abdellatif El Hammouchi y que está acusado en Francia de torturas.

Jesús Cabaleiro Larrán
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, rama Periodismo con cursos de doctorado, estudios sobre Marruecos contemporáneo y el Sáhara Occidental. Más de 35 años de periodismo, la mayoría en prensa escrita, ha trabajado a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, casi 13 años en el extinto diario El Faro Información, en Algeciras, donde empezó de redactor y del que fue su último director y en Tánger dos años en un diario digital. Además ha participado en la mayoría de los Congresos de Periodistas del Estrecho desde el inicial en 1993 hasta 2019. Titulado en ajedrez por la UAH y UNED. Amante de Portugal. Ha publicado un libro, ‘Artículos periodísticos. Apuntes para la historia de la prensa de Algeciras’.

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