Amigo Pedro:
Quizá nunc, pero el que fue a Sevilla, perdió su silla. En este oficio de valientes, quizá muchos puedan haber pensado aquello de, «arrieros somos y en el camino nos encontraremos» alguna vez y ahora, al parecer, te ha tocado a ti. En definitiva en la vida sucede todos los días y en muchos siempre nos acordamos de la paja cuando ya está en nuestro ojo, no en el ajeno.
Nadie puede dejar jamás de reconocer que entre los valientes del periodismo surgió de un diario que era pequeño un monstruo del periodismo. Pedro, el hombre que supo oler dónde estaba la información y cuál debiera ser el siguiente proyecto.
Hoy, en el año catorce, ve como en su silla se sienta otro y él permanece sentado allí en el lugar en donde puso el primer clavo aquel día en el que todo el mundo hablaba de El Mundo.
He visto una viñeta de Juan José Gámaz que decía, “Él”, y luego a un lado “Mundo”. Quizá ya no sea siempre “El Mundo” que conocimos porque a este oficio llamado periodismo no lo conoce ni la madre que lo parió, lo que si es cierto es que seguimos y ahora más que nunca, en un estado en donde como te pases de listo te cortan la cabeza y la información ni es plural, ni es independiente, ni es veraz por mucho que todos hablen de libertad. Aquí todos hacen lo que dice la voz de su amo. Recuerdo aquel gramófono simpático con un perrito que miraba a la espera de que se pusiera en marcha. Hoy todos somos perritos y salvo algunos editores que respiran aire fresco y apuestan por seguir en el carro de la libertad el resto se apalancan, se callan y dejan que el cadaver de su vecino pase.
“Hoy me han dado la copa del mundo. ¡Qué más se puede pedir!” Después de esto ya puedes colgar el chándal, dices. Entre todos la mataron y ella sola se murió. Me refiero a la prensa y tanto va al cántaro a la fuente, que al final, se rompe. Te han roto en mil pedazos amigo Pedro porque Ignacio, Mariano y el resto de la troupe han tenido bastante con tus miles de tuits. Quizá ahora a eso se le llame libertad de prensa.
Uno de los mejores periodistas que esta España ha dado; aunque no seas santo de la devoción de muchos has sido un gran informador, un pionero de la comunicación y un enfant que para todos los gobiernos sigues siendo, cuanto menos, terrible…
Este señor decía que quería estar de director toda la vida, menos mal que no se ha dedicado profesionalmente a la política, porque sino ni con agua caliente… evidentemente una empresa periodística no es una democracia pero que no dé lecciones quien pretende seguir en el poder, o sea en la dirección permanentemente, creo que un cuarto de siglo es más que suficiente. Ah, cuando se habla de Pedro J. pocos hablan de sus estudios en Estados Unidos en un colegio de periodismo donde enseñaba la CIA.
¡Ojalá me hubiera enseñado a mí esa señora CIA en vez de los p**** curas!
Tuit de «Ei Mundo Today»: «Pedro J. deja ‘El Mundo’ para dedicarse al periodismo»…
Mi opinión es que Pedro J. ha hecho un uso de los medios que ha dirigido que ha supuesto una degradación del periodismo, y que ha amparado a telepredicadores que se beneficiaban por escribir columnas especulativas. Le ha destituido un consejo de administración de un capital al que ha servido bien hasta ahora, y que le echa cuando ya no le considera útil.
¡Qué triste! Felipe le echó de Diario 16 y ahora Mariano y compañía le echan de El Mundo. ¡Qué asco!