El presidente de Estados Unidos, Barak Obama, lamentó una vez más la rutina de matanzas de inocentes en el país, después de la ocurrida este jueves en Oregón protagonizada por un joven de 20 años, con saldo de por lo menos 10 muertos y otros 20 heridos, y formuló criticas al Congreso de los EEUU por frenar el control de armas.
En una alocución televisada, Obama instó a los estadounidenses a pensar cómo cambiar las políticas sobre la tenencia de armas para evitar estos hechos y llamó al Congreso a aprobar una legislación con ese propósito.
“Cada vez que vemos uno de estos tiroteos, nuestras plegarias no son suficientes; no capturan el dolor y la ira que debemos de sentir por esto y no hacer nada para evitar las carnicerías se vuelvan a dar en otro lugar de Estados Unidos”, afirmó en su mensaje a la nación.
Señaló que Estados Unidos no es el único país con personas con daños mentales o que quiera dañar a otras, pero sí es el único desarrollado que ve en el mundo estos tiroteos cada cierto tiempo, y reiteró su consideración de que en su país tampoco existe “suficiente sentido común sobre el control de las armas de fuego”.
“Esto se ha convertido de alguna manera en rutina, las informaciones son rutinarias, mi respuesta aquí en este podio termina siendo algo rutinario, la conversación y lo que ocurre después se ha convertido en rutina; nos ha vuelto insensible”, afirmó.
El mandatario estadounidense expuso que no puede ser fácil que alguien que quiera dañar a otras personas tenga acceso a un arma, y apuntó que lo que se ha convertido en rutina es la respuesta de aquellos que se oponen a cualquier tipo de legislación con sentido común sobre control de armas.
Dijo que los comunicados de prensa dirán ahora que se necesitan más armas y menos leyes para controlar armas y se preguntó “si alguien realmente cree en eso” y aseveró que, según las encuestas, la mayoría quiere cambiar las leyes para cambiar esa situación, incluyendo los propietarios de negocios donde se venden armas.
“Hay un arma para cada hombre, mujer y niño en este país”, denunció, y cuestionó a quienes dicen que más armas van a hacerlos una sociedad segura al comentar que los Estados con más leyes de armas tienen menos muertes, y puso como ejemplo a Gran Bretaña y Australia.
Tras llamar a los medios a publicar las cifras sobre el número de personas que murieron en el país en la última década en ataques terroristas y por las armas de fuego, llamó al pueblo estadounidense a decirle al gobierno cómo cambiar las leyes para salvar vidas y que los jóvenes puedan crecer.
Sin embargo, lamentó, «tenemos un Congreso que explícitamente bloquea, incluso que recopilemos datos sobre cómo podemos potencialmente reducir la violencia por las armas. “¿Cómo es posible?”, se preguntó.
Explicó que para cambiar esa situación, no podrá hacerlo solo, sino que tendrá con el apoyo de ese órgano y de los gobernadores. “Que dios nos dé la fuerza para unirnos y el coraje para cambiar”, concluyó su mensaje a los familiares de las víctimas y al país.
