*Luis de Luis
Existe un lugar en la escena donde es enormemente difícil habitar, un lugar entre Billy y Wilder, entre Jardiel y Poncela, entre Calderón y la Barca, entre el blues y el swing.
Es un lugar que exige precisión, talento, disciplina y, sobre todo, un encandilamiento especial, una longitud de onda en una frecuencia distinta, una sintonía con el texto, con la dramaturgia, con los demás compañeros, con el público y con uno mismo. Es, en definitiva, una suerte de éxtasis, de enajenación feliz, para la que muchos son los llamados y pocos los escogidos, que se logra, que se ve, que ocurre muy pocas veces, como en cada representación de “Off”.
Marcos Fernández Alonso ha conseguido un texto radiante sobre las aventuras y desventuras de una troupe de cómicos dispuestos a representar “Eloísa está debajo de un almendro” contra viento y marea, y lo ha dirigido y exprimido con milimétrica precisión e inteligencia.
“Off” es una comedia abarrotada de sucesos y ocurrencias que, sin embargo, se presenta diáfana, de “línea clara” como un tebeo de Tintín y enhebra, en cascada, un momento impagable tras otro, algo que sería IMPOSIBLE (así, con mayúsculas) sin el ESPLÉNDIDO (así, con mayúsculas también) elenco que le da vida.
Así, Antonio Romero en el papel de Daniel, un atribulado profesor de literatura, es capaz de atravesar todos los grados del desconcierto que le llevan a no saber que pensar de sí mismo y a entregar por partida doble el monólogo de Segismundo, una vez balado (si, como lo leen) y otra vez sentido o a vivir, deslumbrado, junto a Maya Reyes (Clara, una emocionada y libre femme fatale guapa, no católica y sentimental) la escena de la seducción entre Mariana y Fernando (de “Eloisa está debajo del almendro” una vez desde la emoción y otra desde el reproche. Gala García – Cuerva llena de sobriedad, melancolía y serenidad a Carmen, la mujer en la distancia de Daniel, y María Segalerva hace de Charo, la ejemplar y sensata compañera de Clara capaz de perder los nervios con toda la comicidad y pirotecnia que la ocasión exige. El propio Marcos Fernández intentará poner método a la locura, con el personaje de Emilio, un director acribillado de megalomanía, en este caos organizado y ejemplar.
Y es que si Jardiel Poncela levantara la cabeza y tuviera ocasión de ver esta función atestada de verborragia marxista, fisicidadchaplinianay rigor keatonianono le quedaría otra que ponerse en pie y APLAUDIR ( así, con mayúsculas también) con una ovación cerrada a este “Off” que no tiene ni la sombra de un “uff”.
*Luis de Luis es crítico teatral.
Ficha artística
Reparto
Daniel: Antonio Romero ; Clara: Maya Reyes; Carmen: Gala García-Cuerva; Charo: María Segalerva y Emilio: Marcos Fernández
Autor y director: Marcos Fernández Alonso
Producción: Materialmente Imposible y Nueve Norte
