Una reciente investigación de Cochrane, organización sanitaria sin ánimo de lucro, ha publicado el estudio en el que muestra la inutilidad de los suplementos Omega 3 para prevenir las enfermedades cardiovasculares.
Las investigaciones en torno a diversos complejos vitamínicos para procurar el bienestar y en el caso de las pseudociencias, los consejos que se leen a diario en medios de comunicación por personas que no están cualificadas, amparan de tarde en tarde los beneficios inexistentes de determinados suplementos. En este caso, Cochrane tumba el mito de esta grasa que no solo no previene sino que no sustituye a una dieta equilibrada libre de grasas, alcohol y tabaco.
Los llamados efectos beneficiosos sobre el sistema cardiovascular que se procuran con los ácidos grasos omega 3 que se encuentran en pescados grasos, frutos secos entre otros alimentos, la ayuda es real pero no previene enfermedades cardiovasculares, coronarias ni tampoco aquellas que tienen lugar cuando el corazón no va bien. No por tomar omega 3 vamos a evitar estas enfermedades.
El estudio llamado Omega 3, ácidos grasos para la prevención de las enfermedades cardiovasculares primarias y secundarias, está firmado por 12 investigadores de diversas universidades y su objeto era conocer los efectos reales para la salud así como la mortalidad, la adiposidad en las diversas enfermedades cardiovasculares cuando se ha ingerido Omega 3, incluido el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el docosahexaenoico (DHA) así como el alfa-linoleico (ALA) de origen vegetal.
Por ello, justifican tras los ensayos clínicos realizados a 110.000 personas que ingirieron complementos Omega 3 que no hay ninguna evidencia científica que justifique su ingesta en personas que padecen cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares, eventos cardiovasculres, arritmias, entre otras enfermedades asociadas. La ingesta de este suplemento no evitó ni benefició a las personas con esas patologías.
La dieta mediterránea, incluyendo a diario pescado, frutos secos, coles, avena, huevos, aceite de oliva virgen extra, evitar el tabaco, el alcohol, el café y otros excitantes así como obviar una dieta rica en colesterol y grasas si prevendrá del desarrollo de enfermedades cardiovasculares pero ingerir Omega 3 no detendrá su proceso, no impedirá su desarrollo ni curará, una vez que tienen lugar, los posibles desenlaces atribuidos a cada patología. Si existe una acumulación de lípidos y de grasas en el organismo además de colesterol y trigliceridos si se padecen enfermedades cardiovasculares, los suplementos Omega 3 no evitarán la mortalidad llegado el caso.