Óyeme con los ojos, primer solo de María Pagés

La directora artística Carmen Portaceli ha presentado en el Teatro Español de Madrid Óyeme con los ojos, inminente estreno de la bailaora María Pagés, un trabajo de introspección personalísimo que necesita un escenario adecuado y que cuenta con una dramaturgia original del poeta El Arbi El Harti.

Algo muy recogido e íntimo, pero por encima de todo, un trabajo que será «un canto de vida y esperanza», de arraigo y de fe en lo esencial humano.

maria-pages-600x403 Óyeme con los ojos, primer solo de María Pagés
María Pagés

Óyeme con los ojos,  «primer solo» de María Pagés, tiene la virtud de aunar lo más profundo de la esencia del flamenco con el día a día más actual de una persona que vive y crea en este mundo. Se trata, por tanto, de una “improvisación matemática”, de una creatividad basada en la espontaneidad cuando esta surge impulsada por la fuerza del trabajo diario y de la fe en unas formas muy personales largamente ensayadas.

María Pagés ensaya, esté donde esté, un mínimo de tres horas diarias. Luego está el trabajo de equipo, en torno a una mesa y sobre el escenario, pues tiene una compañía de treinta personas a las que hay que incluir en cada espectáculo, bailen o no bailen con ella. En este caso es ella sola la que baila, pero los demás han de encontrar su  función específica en el conjunto.

Sola en el escenario por primera vez, la  bailaora  se convierte en este espectáculo en una pieza narrativa en sí misma y se proyecta como un ser en evolución. Un reto contra sus propias capacidades. Un ejercicio de introspección donde ella es el hilo que une sentimientos y personajes en el escenario. Sola en escena, desprovista de artificios, desnudando su arte ante el público, pero sobre toda ante sí misma.

Místicos españoles, árabes y paganos

Óyeme con los ojos se estructura en ocho escenas muy marcadas tanto por la coreografía como por la música y se ha construido  en torno a los versos de grandes poetas de diferentes épocas: San Juan de la Cruz, Jallaleddine Rumi, Mario Benedetti, Fray Luis de León, José Agustín Goytisolo, Sor Juana Inés de la Cruz, Ibn Arabi, Tagore y El Arbi El Harti. Sus poemas constituyen el hilo narrativo de este viaje al descubrimiento de un Yo enfrentado a su propia naturaleza.

Será un misterio digno de ver cómo se insertan las palabras con la música y el baile para crear esa maravillosa confusión que es Óyeme con los ojos y en la que  María Pagés va a  estar  acompañada por seis músicos. Será una propuesta “basada en el minimalismo y donde el baile queda convertido en una identidad dramática autónoma cuya singularidad acaba imponiendo un diálogo inapelable a la coreografía, a la música y a la escenografía”.

  • María Pagés: Óyeme con los ojos
  • Del 21  al 25 de junio en el Teatro Español
Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

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