El príncipe saudí Fahd Bin Sultan, practicante habitual del arte ancestral de la cetrería, ha matado alrededor de dos mil pájaros de especies amenazadas de extinción en una sola partida de caza en Pakistán, según informaban el diario paquistaní Dawn News y recoge el digital Aufaitmaroc.Fr.
«Según las autoridades de la inestable provincia de Baluchistán (sudoeste del país), en enero de 2014, en una partida de caza que duró tres semanas, el príncipe y sus invitados utilizaron halcones entrenados especialmente para abatir sisones hubara”.
En teoría, la caza de esta especie, especialmente apreciada por los cetreros del Golfo, está prohibida porque se trata de una especie amenazada de extinción en estado salvaje, aunque ocasionalmente las autoridades paquistaníes conceden permisos especiales para que los ricos y desocupados VIP de la zona puedan capturar cien aves en el espacio de diez días, informa la publicación.
“Sin embargo –ha declarado un responsable del ministerio paquistaní de Bosques- el príncipe abatió 1977 pájaros y las personas que le acompañaban 123. Hemos pedido a nuestros superiores que emitan una orden prohibiendo terminantemente la práctica de este deporte, porque se trata de una especie que ya está en peligro”.
Jaffar Baloch, jefe del servicio de fauna den el distrito de Chagai, donde tuvo lugar la criticada partida de caza, ha confirmado que han pedido a las más altas autoridades del país que intervengan en este caso, que puede convertirse en un problema diplomático ya que las riquísimas monarquías del Golfo prestan importantes ayudas a la maltrecha economía paquistaní.
El sisón hubara vive en las estepas y zonas semi-desérticas. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los cetreros están considerados como la principal amenaza para especie, después de la degradación ambiental.
Siempre según la publicación digital, en Baluchistán se producen frecuentes atentados de grupos islamistas y secuestros de personas protagonizados por grupos criminales que persiguen cuantiosos rescates. Pero también posee zonas completamente seguras donde las familias reales del Golfo acostumbran a organizar partidas de caza con halcón, uno de sus pasatiempos favoritos.
Este Príncipe, halcones entrenados mediante, se quiere convertir en el «Rey» del exterminio de la Avutarda hubara. E increíble que en pleno siglo XX estos monarcas de «racontto», vivan disfrutando con las mismas costumbres de cacería medievales. Es una situación anacrónica en hechos y en mentalidad atávica.