En este Año Santo Extraordinario de la Misericordia, la madre Teresa de Calcuta será canonizada por el papa Francisco el 4 de septiembre de 2016. Esta canonización fue aprobada el 18 de diciembre tras recibir en audiencia privada al prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal, Angelo Amato.
El milagro aprobado por Francisco y necesario para que la beata madre Teresa subiera a los altares es la curación científicacmnet inexplicable de un hombre brasileño que tenía un tumor maligno en el cerebro y estaba en estado terminal. El proceso que ha reconocido virtudes heroicas de la madre Teresa comenzó apenas había muerto, postulado por el padre Brian Kolodiejchuk, además de otro milagro reconocido en su beatificación cuando Mónica Besra quien tenía un tumor en el abdomen, sanó después de que una de las hermanas que la cuidaba colocase una imagen de la Virgen María que antes había estado sobre la túnica de la madre.
Madre Teresa nació en 1910 en Skopje (República de Macedonia) aunque vivió la mayor parte de su vida en la India. Su tarea no fue otra que la de cuidar enfermos y personas marginadas como respuesta a la llamada de Jesús. «Ven, sé mi luz» era su lema. En aquel entonces fundó la Congregación de las Misioneras de la Caridad y más tarde los Hermanos Misioneros. Estuvo enferma mucho tiempo pero eso no le impidió seguir respondiendo a las necesidades del prójimo.
Su congregación llegó a 123 países y existen hoy más de 600 casas de acogida que están atendidas por 4000 religiosas. La llamada Santa de los pobres, bendijo a la nueva superiora general de las misioneras de la caridad y viajó para ver al papa, San Juan Pablo II. Apenas pasada unas semanas de aquel viaje, murió muy enferma el 5 de septiembre de 1997.
Nunca dejó de enseñar que la caridad era el motor de la humanidad y que sin ella, su vida no tenía sentido. Su don fue seguir la doctrina de Jesucristo y atender a las personas que más lo necesitaban sin importarle quiénes eran o de dónde venían; leprosos, lisiados, gente indefensa traida de nuevo bajo su amparo a la sociedad. La Madre Teresa vivió solamente para los demás. Hoy su legado sigue siendo una realidad en la India, casi veinte años después de muerte.