No se me ocurre otra cosa en esta tarde de verano, solamente hablar de Paraules d´amor... Hoy dice el calendario que es agosto, aún estamos de vacaciones. Recuerdo aquellos quioscos cerrados porque no tenían apenas nada que vender. Cuatro hojas mal contadas en la prensa y nada de publicidad. Esos eran los agostos de mi infancia. Agostos llenos de paz en donde acaso un affaire de la Preysler que nos comunicaba el Hola! nos mantenía despiertos
En la vida no pasaba nada especial y la prensa por tanto tenía poco o nada que contar. Hoy en cada segundo vemos que la vida se nos va de las manos, ora en Twitter, ora en Facebook, ora en nuestra prensa digital que actualiza cada segundo lo que está pasando. De repente, nuestras vacaciones dejan de serlo y salimos de nuestra zona de confort; esa que en días como hoy, se nos escapa. No hay tumbona que aguante este dolor, este miedo irracional que han sembrado los que hablan en nombre de la sinrazón. Dudamos, sí dudamos, porque somos humanos y nos preguntamos cuándo seré yo, ¿por qué en Barcelona, en Cambrils o en cualquier lugar del mundo?, podríamos haber estado de vacaciones…
Bellas notas, bellas palabras de amor, decía Serrat. Solamente se me ocurre eso. Enviarles un mensaje de paz y de amor a las personas a las que se les ha roto la vida en un segundo, en un paseo una tarde de verano en las Ramblas de Barcelona o en Cambrils en ese puerto que rezumaba paz.
No ha hecho falta pedir porque el pueblo español estaba ahí para darlo todo. Un pueblo que siempre ha sido solidario; con vosotros; con ellos; con aquellos; con todos los que sufren llegado el caso. Colas de personas para donar sangre, viajes gratuitos de los taxistas, hoteles a disposición de los heridos, y amor, mucho amor, en mensajes de fuerza en las redes sociales. No hay huelga, ni odio, ni personas de un lugar u otro. Somos todos uno; un país que está ahora con una porta tancada (puerta cerrada) porque aquí no cabe otra cosa que no sea la paz.
Gracias a todos los colegas que como nosotros no han dejado un minuto el teclado, gracias a todos los que han sabido ayudar desde su lugar para dejar constancia que el estado de derecho, la democracia y la paz seguirán siendo la bandera que ondeé en este país. No entremos al trapo con los comentarios bajos de sujetos que no hacen otra cosa que sembrar el odio; esos que no ponen bombas, que no estrellan furgonetas pero que con la palabra, odian al prójimo sea de donde sea.
Serrat nos dejó estas bellas notas, estas bellas palabras de amor. Gracias por lo que te toca, amigo. ¡Sigamos adelante! Parece ser que en este agosto de momento, no hay plan B.