Parlamentarios europeos y estadounidenses enviaron el 20 de octubre de 2020 cartas al presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sissi, pidiéndole que ponga fin al injusto encarcelamiento de defensores de los derechos humanos, periodistas, abogados y activistas políticos detenidos en el país simplemente por ejercer derechos fundamentales.
Es una información de Amnistía Internacional (AI) que junto a otras siete asociaciones humanitarias: EuroMed Droits, ACAT France, Institut du Caire pour l’étude des droits de l’homme, FIDH, dans le cadre de l’Observatoire pour la Protection des Défenseurs des Droits Humains, OMCT, dans le cadre de l’Observatoire pour la Protection des Défenseurs des Droits Humains, Project on Middle East Democracy (POMED) y The Freedom Initiative; ha aplaudido y apoyado la iniciativa que han llevado a cabo 84 miembros del Parlamento Europeo, 138 miembros de los parlamentos nacionales de la Unión Europea y 56 integrantes del Congreso de Estados Unidos.
En este período de riesgo sanitario debido a la pandemia de la COVID-19, los parlamentarios piden a Egipto que priorice los derechos humanos de los detenidos.
Las cartas, que se han publicado en medios de Europa y estados Unidos, se hacen eco de las peticiones anteriores en el mismo sentido formuladas por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, los expertos de Naciones Unidas en derechos humanos y las instituciones sanitarias internacionales, poniendo de manifiesto «la creciente preocupación que existe en el mundo sobre el clima de impunidad que domina en Egipto».
AI y el resto de organizaciones consideran que la iniciativa es muy oportuna y necesaria «para responder a la desastrosa situación de los derechos humanos» en Egipto, y piden a las autoridades del país que liberen «inmediata e incondicionalmente a todos los que están detenidos solo por ejercer sus derechos» porque «ya es hora de que las autoridades egipcias defiendan los derechos de libertad de expresión, asociación y reunión pacífica y acaben con la impunidad que disfrutan las serias violaciones de los derechos humanos».
Las cartas se hacen públicas mientras en Egipto continua el deterioro de los derechos humanos, y solo pocas semanas después de que las autoridades egipcias hicieran un uso ilegal de la fuerza, con detenciones masivas y la censura silenciando las protestas contra una situación económica que se degrada.
«A pesar del riesgo que supone para sus vidas, seguridad y libertad los egipcios continúan sus protestas mientras el gobierno instrumentaliza la pandemia para restringir aun más las libertades y castigas todas las críticas relativas a la gestión de la crisis sanitaria», señala Amnistía.
Algunos de los presos de opinión mencionados en las cartas como Ramy Shaath y Zyad el Elaimy han pasado más de un año en prisión preventiva por su activismo político pacífico.
Abogados defensores de los derechos humanos como Mohamed al-Baqer y Mahienour al Massry, también citados en las cartas, están encarcelados por haber representado a desparecidos y víctimas de detención preventiva.
Los periodistas Esraa Abdel Fattah, Solafa Magdy, Hossam al-Sayyad y Mahmoud Hussein están detenidos por sus opiniones y reportajes críticos «lo que priva al público egipcio de su derecho a la información».
En las cartas se nombra también, entre otros, a los investigadores Patrick Zaki e Ibrahim Ezz el-Din, «encarcelados por la total ausencia de tolerancia de las autoridades egipcias con el activismo en favor de los derechos humanos».