Paula Floriano dibuja la “Pantomima del corazón roto”. En busca de Nunca Jamás

En la hora del esplendor en la hierba, donde cada palabra cuenta, cada mirada brilla y cada lágrima duele. 

Es la hora eterna que se prolonga a lo largo de la vida, es el momento de plenitud, de resplandor y, a la vez, el de la gran decepción y el del mayor daño. Es el reino del poder y de la gloria, es el momento magnífico y doloroso de la juventud y no entenderlo supone no haber entendido nada, absolutamente nada …

Captura-de-pantalla-2019-09-20-a-las-19.28.37-600x638 Paula Floriano dibuja la “Pantomima del corazón roto”.  En busca de Nunca Jamás

Sabana Torrealba sí lo ha hecho se ha atrevido a narrarlo con nervio e inteligencia de “Pantomima del corazón roto” en la que narra las idas y venidas, los dimes y diretes, las contras y las dicciones de los Niñas Perdidas en su recorrido por el País de Nunca Jamás a la espera de que cautericen sus heridas.

Para Torrealba a Nunca Jamás no se llega torciendo en la segunda estrella a la derecha y volando todo seguido hasta el amanecer, Nunca Jamás está aquí cerca, se encuentra con tan solo mirar alrededor, en el día a día, donde antes amenazaban piratas e indios, ahora acechan la desilusión, la desgana y la apatía.

Peter Pan está, claro, ahora se llama Christian y lo encarna un efervescente David Agüero y el Capitán Garfio acecha, claro, convertido en enfermedad mental que quiere apoderarse, una vez más, de Wendy a quien da vida, con el nombre de Maya, una vulnerable y conmovedora Jara Sempere. 

Paula Floriano toma la batuta para poner en armonía todos los valiosos materiales que tiene a su disposición y elaborar un concierto para enamorados, un concierto para adolescentes. Todo en esta obra fluye mientras afloran con pasmosa naturalidad las complejas y contradictorias emociones y euforias, las tristezas y añoranzas, buscando compañía y comprensión. 

Floriano no pierde de vista en ningún momento la historia que quiere contar, que debe contar: el rito de paso, el crecimiento, la madurez o, lo que es lo mismo, el recorrido de las Niñas Perdidas – mientras esperan que sanen sus corazones rotos – hacia el encuentro de la aceptación, la razón de ser. en definitiva, la identidad.     

Y Andrea García Solís, David Agüero, Ángela Salgado, Olivia Ulecia, Martina Rossi, Jara Sempere, Celia Martínez y la propia Paula Floriano han puesto todo lo que tenían y más para dar vida a esta pantomima y no, no lo han hecho con el corazón roto, lo han hecho con el corazón en la mano; a la vista, a las claras, a tumba abierta y todo a pulmón.

No, no creo que se den cuenta de lo que han hecho, de que lo que han conseguido, de lo que han vivido y hecho vivir con esta función. 

Ni tienen porqué, ni deben hacerlo. Magníficas, espléndidas y resplandecientes han dejado un trozo de piel en el escenario, han dejado sus vivencias para que sus corazones vuelvan a quedar intactos. 

Y más, no se puede pedir, ni se puede dar.

Ficha artística

  • Reparto
    Marta: Andrea García Solís
    Christian: David Agüero de la Morena
    Dani: Ángela Salgado Martín
    Della: Olivia Ulecia
    Irene: Martina Rossi
    Maya: Jara Sempere Fernández
    Ava: Celia Martínez Sánchez
    Cristina: Paula Floriano Cónsul
  • Texto: Sabana Torrealba 
  • Dirección: Paula Floriano Cónsul
  • Regiduría: Beatriz De Luis Menéndez y Rafael Montero Martín.
  • Luz y sonido: Hugo Alcaide e Iker Urgoiti
  • Escenografía: Yolanda Cónsul y Carlos Floriano
  • Producción: A.C. Relocos y Recuerdos

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