La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de Periodistas de Valladolid (APV) han condenado la expulsión de Marruecos de los periodistas José Luis Navazo y Fernando Sanz director y delegado en Madrid, respectivamente, de la publicación digital ‘Correo Diplomático’.
Sanz es secretario general de la APV, y delegado en Madrid de la publicación digital, mientras Navazo ha colaborado durante años en la prensa ceutí, está casado con una marroquí, y vive en Tetuán desde hace 17 años. Es un profundo conocedor de Marruecos.
Este medio digital, creado en 2011, desde que se hizo cargo Navazo este año, entró en una segunda etapa, en la que estaba informando los últimos meses sobre la situación que se vive en el Rif y las numerosas protestas que reivindican mejoras e inversiones en la región, con críticas al régimen marroquí, lo que les valió ataques en redes sociales del entorno del Majzén.
Como otros medios españoles, en su día entrevistó al líder de las protestas del Rif, Nazer Zafzazi, antes de ser detenido. No obstante, su mayor logro periodístico fue la entrevista al jefe del Gobierno marroquí, Saadedín al Ozmani, a los pocos días de ser elegido, que fue reproducida por medios marroquíes. También entrevistó al alcalde de Alhucemas, Mohamed Boudra, del opositor Partido de la Autenticidad y Modernidad (PAM) y al padre de Zafzafi.
Los hechos de la detención, según informó el propio ‘Correo Diplomático’, sucedieron el martes 25 a las 20:00 horas de Marruecos, cuando tres agentes de paisano de la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN) se presentaron en la residencia familiar del director del digital, situada en Tetuán, pidiéndole a él y a Sanz que les acompañaran, siendo trasladados en un coche, sin distintivos, a la comisaría Central de Tetuán.
Tras una hora en esas dependencias, y sin ser interrogados, les trasladaron en el mismo vehículo hasta el paso fronterizo del Tarajal, en Ceuta, informándoles de que su destino era la frontera, en la que, tras sellar sus pasaportes, les acompañaron hasta el lado español, expulsándoles del país sin darles ningún tipo de explicación y con lo puesto, quedando todo su material de trabajo en Tetuán.
Por este motivo, la FAPE y la APV hicieron pública su condena, y piden al ministro de Asuntos Exteriores español, Alfonso Dastis, «que exija las oportunas explicaciones a su homólogo marroquí», Nasser Bourita, respecto a las razones «que han motivado la deportación de ambos periodistas».
Marruecos ha justificado la expulsión «por no tener la acreditación correspondiente» para ejercer su actividad. Mientras, Reporteros sin Fronteras (RSF), además de pedir explicaciones por la expulsión, ha solicitado al Gobierno español que interceda por los dos informadores, a la vez que pide al Ejecutivo de Rabat que rectifique. Del mismo modo, en un comunicado, señala: «El Rif está a punto de convertirse en un agujero negro informativo, como el Sáhara Occidental, por lo que no dejaremos de defender a los compañeros marroquíes que esgrimen con valentía su derecho a informar”.
El pasado 20 de junio, tanto el Colegio de Periodistas de Andalucía como la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC), condenaron en un comunicado la represión que sufría la prensa en la región del Rif. Los colectivos que agrupan a los periodistas en Andalucía reclamaban «mayor presión por parte de los gobiernos de la Unión Europea y los organismos internacionales para que se garanticen los derechos humanos».
A finales de mayo fue expulsado el periodista argelino del diario Al Watan Yamel Alilat, lo que motivó las protestas del Sindicato de la Prensa de Argelia así, como Reporteros sin Fronteras y la Federación Internacional de Periodistas (FIP).
El último precedente de expulsión de periodistas españoles en Marruecos tuvo lugar a finales de 2010, con motivo del campamento saharaui de Gdeim Izik donde incluso se impidió la entrada de periodistas españoles aunque no fueran a desplazarse por motivos profesionales.
Posteriormente, en enero del año pasado 2016, no se le permitió la entrada a Marruecos al jesuita Esteban Velázquez: le detuvieron en el puesto de control y le requisaron la tarjeta de residencia marroquí. Era el responsable de la Delegación de Migraciones del Arzobispado de Tánger en Nador desdes 2012, y prestaba asistencia sanitaria y seguimiento médico de inmigrantes heridos en los saltos de la valla de Melilla, visitando los campamentos del monte Gurugú.
Mientras, en Marruecos, el periodista responsable del portal web badil.info, Hamid El Mahdaoui, fue condenado a tres meses de cárcel por el Tribunal de Primera Instancia de Alhucemas por «incitar» a la población a manifestarse en el Rif.
Es el segundo periodista condenado. El primero fue el director del sitio web RifPress, Mohamed El Hilali, sentenciado a cinco meses, y el octavo en prisión después de que se iniciaran las protestas a finales de mayo.
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