Salía del gimnasio al mediodía y, al más puro estilo de las antiguas películas del oeste -cómo te llamas, ¡pum-pum!, te llamabas-, unos elementos le descerrajaron unos cuantos balazos que acabaron con su vida. Se llamaba Abraham Mendoza Mendoza, vivía en Morelia (Michoacán) y tenía alrededor de cuarenta años (38 indica Reporteros sin Fronteras, RSF).
Desde 2013 era director de noticias, productor y conductor de Voces Radio y colaboraba con la radio local EXA-Morelia. También era presentador en la cadena local de televisión Central TV AM, en la emisora de radio Grupo Acir y en el programa Observatorio de la Universidad Vasco de Quiroga de Morelia.
En las redes sociales, Abraham criticaba de forma vehemente y continuada la corrupción de la clase política, tanto local como federal. Sin embargo, no había informado de que hubiera recibido amenazas, informa RSF.
¿Quiénes le han asesinado? El crimen organizado parece ser que no, porque Abraham evitaba tocar esos temas. Pero sí era especialmente incisivo con la clase política.
Según testigos, tres sujetos, en forma cobarde, abrieron fuego contra el conocido periodista radiofónico y escaparon en un automóvil; algunos de ellos informaron sobre las características del vehículo, lo que propició la detención de los tres presuntos a menos de tres kilómetros del lugar de los hechos. A los detenidos se les decomisaron varias armas de fuego recientemente percutidas, por lo que fueron puestos a disposición de la Unidad Especializada en la Investigación de Homicidios Dolosos. La Fiscalía General del Estado ha iniciado la investigación para esclarecer lo ocurrido.
Con el crimen de Mendoza, y de acuerdo al monitoreo permanente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, la situación de terror arroja el siguiente dato: a lo largo de 2021, cinco periodistas han sido asesinados. En lo que va de la actual administración federal del presiente del país, Andrés Manuel López Obrador, suman 39 asesinatos: 32 periodistas, dos locutores, dos trabajadores de prensa, un familiar y dos escoltas.
De 2000 hasta ahora, se contabilizan 276 asesinatos: 235 periodistas; cuatro locutores; 12 trabajadores de prensa; 12 familiares y nueve amigos de comunicadores; dos civiles, y dos escoltas.
Por todo ello, hay que insistir, una vez más, en el peligro que supone ser periodista en México, pues ocupa el puesto 143 entre 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa. ¡No nos vamos a cansar de repetirlo!