Hemos hablado de discapacidad, de personas con discapacidad, de discriminación, de derechos, de igualdad, de inclusión pero, ¿sabemos realmente a cuántas personas nos estamos dirigiendo?
España alardea de tener un Real Patronato de Discapacidad, un Ministerio de Asuntos Sociales, organismos, asociaciones, confederaciones, pero desconoce cuál es el censo oficial sobre personas con discapacidad.
Se estima que hay un 3.84 millones, pero hablamos de datos del año 2007. Entonces, las personas con discapacidad suponían un 8.5 % de la población. Según los datos de una encuesta realizada por el INE, en 3.3 millones de hogares españoles residía al menos una persona con un carné de discapacidad, lo que supondría un 20%. De esos hogares, al menos, en 600 000 una persona viviría sola, y el resto tendrían un cuidador a su cargo que normalmente recaería en uno de los dos progenitores.
En cuanto a datos de discapacidad, las visuales corresponden a un 21 %, auditiva 23,8 %, mentales 20 %, y articulaciones o huesos un 40 %.
Diez años son muchos para hacer una valoración real de cuál es la situación en España. El envejecimiento activo no es una realidad en este país, porque no todas las personas tienen una baja probabilidad de enfermedad, no todas tienen una discapacidad asociada y no todas tienen un alto funcionamiento tanto cognitivo como físico.
La discapacidad propia de la vejez lleva consigo la aparición de la dependencia que es,, sin duda, la gran asignatura del gobierno español.