El pianista Diego Ramos presentó en La Quinta de Mahler en Madrid su CD Spanish Dances, publicado en el sello Orpheus que dirige Félix Ardanaz. En la presentación, Ramos estuvo acompañado por el crítico musical Stefano Russomanno, especialista en música española y autor de las notas incluidas en el disco, y el músico interpretó alguna de las piezas del disco., como la Oriental y la Andaluza.
En este disco, el pianista algecireño hace honor a sus maestros, pues Diego Ramos fue alumno de Alicia de Larrocha en la escuela de música heredada de Frank Marshall, una época de una disciplina y un rigor a la que sin duda debe su maestría en el cuidado de los detalles, pero recuerda también con admiración a Esteban Sánchez, a quien, una vez descubierto en un recital, siguió hasta su conservatorio de Badajoz para ser su alumno, a Carlota de la Rica y a Vitaly Margulis. De todos ellos se siente deudor al interpretar las Danzas Españolas op.37 de Enrique Granados.
Sin embargo, Diego ha buscado su propio estilo huyendo del sentimentalismo fácil (algo que otros intérpretes anteriores, hijos de su tiempo, han fomentado) siempre pensando que Granados da para más. Tal como se vio en la presentación, el cd ya ha recibido elogios de críticos musicales, pero el que más agrada es que “Granados suena como Rachmaninov”.
Habla en efecto el crítico Russomanno de “sonoridades rocosas, tono escultórico” en la interpretación de Ramos. Hay una recuperación en Diego del Granados improvisador (algo que está en la raíz de su composiciones, una ornamentación que surge del movimiento de los dedos) y que Diego ha incorporado a la versión definitiva. “Una escritura –la de Granados- que sale de los dedos, flexibilidad y volatilidad que están en el cd”, si bien, tal como subraya el intérprete, “esa improvisación de Granados surge con tan gran naturalidad sólo al estar basada en un trabajo exhaustivo y en un estudio de pedal impresionante.”
Como nota curiosa y hablando de Shoenberg, a quien Ramos confiesa admirar (le gustaría grabarlo), resulta que el creador del dodecafonismo se veía a sí miso como un clásico, lo que decepcionó, una vez emigrado a EEUU, a sus alumnos de UKLA. De hecho, los ponía a trabajar sobre las corales de Bach como paso previo a la dodecafonía, lo cual era chocante para sus alumnos, no así para un músico consagrado.
Como piensa que no se atreverá con Shoenberg, Diego Ramos grabará en su próximo cd la integral de Falla.