La pantera rosa cumple 50 años ante la estupefacción de todos los que la hemos visto crecer. Un bicho que nos ha hecho pensar y sonreír y que además de todo eso, sigue siendo un crack.
Otra cosa que no deja de crecer es la enfermedad sin cura de la que mucho se habla, poco se sabe y mucho se alarma. El ébola hace de las suyas y agosto pasa como pasa todo lo que no se quiere advertir. Han muerto ya personas y no hablamos de epidemia porque estamos de vacaciones. Además el fármaco experimental es como hablar de cura cuando no la hay. En monos solamente tuvo una eficacia del 43 % por tanto hablamos de muerte otra vez. Inmigrantes de Sierra Leona en España temen por las vidas de sus familiares.
Eso que es un drama es compatible con que Putin vete nuestros productos y que 300 personas aparezcan en Cádiz en busca de una vida mejor. Hay que ver cómo parecen las cosas cuando las que tenemos no son lo que deberían ser.
Un dato curioso que nos debería hacer reflexionar es la caída del transporte público. Nada más que siete millones de viajeros menos en Madrid. No sé si el paro tiene algo que ver. Si no vamos a trabajar para que vamos, pues, ¡a casa que llueve! Eso sí, España se recupera y todos los hoteles están llenos en agosto. No hay nada como hacer ver que la recesión es agua pasada y que los brotes ya no son verdes, ya dan incluso flor.
No sé si ponerme a ver el polígrafo de Jorge Javier o ponerme a ver una peli del oeste porque en los descansos hablan chicas que no andan bien con su intestino, ¡viva el estreñimiento! u otras que dicen que lo mejor es que te duren los superrizos. El otro día conté cuatro anuncios seguidos de hemorroides, estrenimiento y bifidus activo. Estamos en un país que te cagas así que no hace falta tanta información del colon y si tienes el pelo liso no se va a dar cuenta ni el gato con la calor que está haciendo.
Que se lo digan a Mas que debe estar que te cagas, que es sinónimo de no caber en sí de gozo; a estas alturas del verano ya que busca con 20 funcionarios cuál debe ser la logística de la consulta. No sé si en la papeleta se pondrá también, ¿cree que Pujol debería devolver el dinero que le robó? A lo peor les parece bien porque en ese lugar ya nadie sabe lo que es bueno o malo. Que se lo digan al «cuñao», antes, yerno, que en Barna vendió todo el “pescao” y todavía le sobró para hacer obras en el palacete aunque ahora descanse a pierna suelta en Suiza.
Si yo fuera la ex de Pujol me andaría con el vuelo colgando. Estará forrándose con las exclusivas pero como se le ocurra seguir sacando «merda» la van a quitar del paisaje, solamente hace falta eche mano al bolsillo. El expresident lleva diez mil euros encima no vaya a ser que tenga que invitar a todo el pueblo a unas cañas. Eso en Girona, porque en Pontevedra, el president Rajoy ha sacado el paraguas a pasear con su Elvira. Así se le riegan las neuronas a ver si arregla esto aunque hable de que todo está que te cagas de bien que queda muy cool. Mientras eso sucede podremos seguir leyendo a Cervantes gracias a unos documentos inéditos aparecidos en la Puebla de la Cazalla, Sevilla. Al menos, si aparece otro Quijote podremos compararlo a cualquiera de los que aparecen en las portadas de chorizos a diario.
Asín es la vida en agosto y en España. Menos mal que todos miramos para arriba cada noche. La superluna al menos nos permite seguir soñando que un mundo mejor podría ser posible, a pesar del estreñimiento que nos procuran los medios. Disculpen los términos pero es que con tanto anuncio ya no se sabe si hacer de vientre es lo propio en un discurso en donde todo es grande, enorme, y además, es muy español eso del «¡que te cagas!» que se lo digan a Jordi.
¡Póngase un rato a la Pink, Pink Panther o léase alguna quijotada nueva que aún no conozca. ¡A lo peor le da alguna otra idea más! ¡No lo digo por ti, Mas!, ¡que conste! Lo digo por tu padre político que descansa mientras piensa qué le dirá a la justicia, a la hacienda pública, a su país.
Pues no le queda mili…