La Federación Internacional de Periodistas (FIP) ha expresado «honda preocupación» por la seguridad de los periodistas que viajan a bordo de la Flotilla Global Sumud, una expedición humanitaria que partió el 31 de agosto desde Barcelona rumbo a Gaza.
La misión, que reúne a activistas, líderes sociales y personalidades internacionales, tiene como objetivo denunciar y romper de manera simbólica el bloqueo impuesto por Israel a la Franja, mientras se recrudece la violencia en la región y se multiplican las advertencias sobre violaciones del derecho internacional humanitario.
La voz de alarma de la Federación Internacional de Periodistas
En un comunicado oficial, la FIP recuerda que «los periodistas desempeñan un papel crucial para informar al mundo sobre la realidad de Gaza y su presencia en la Flotilla Global Sumud es un acto de compromiso con la libertad de información».
La organización, que agrupa a más de 600.000 profesionales de medios en todo el planeta, advierte que existe un «riesgo real de agresiones o detenciones arbitrarias» por parte de las autoridades israelíes, que en ocasiones anteriores han interceptado embarcaciones similares en aguas internacionales.
La FIP subraya que cualquier ataque contra periodistas o restricciones a su trabajo constituirían «una grave violación de la libertad de prensa y del derecho a la información», derechos consagrados en tratados internacionales y reconocidos por Naciones Unidas.
Además, pide a los gobiernos europeos, y en particular al de España, que adopten medidas diplomáticas para garantizar la seguridad de los tripulantes.
Una expedición con amplio respaldo social e internacional
La Flotilla Global Sumud zarpó de Barcelona con la participación de destacadas personalidades como la activista climática Greta Thunberg, la actriz Susan Sarandon y la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau. Todas ellas coincidieron en señalar que la misión busca visibilizar la situación humanitaria en Gaza y denunciar un bloqueo que consideran «inhumano».
En declaraciones recogidas por Aquí Madrid, Greta Thunberg afirmó que «el bloqueo de Gaza no solo es ilegal, también es moralmente insostenible». Susan Sarandon, por su parte, subrayó que «estar aquí es un acto de solidaridad con un pueblo que ha sido abandonado por gran parte de la comunidad internacional». Ada Colau recordó que la sociedad civil catalana ha tenido un «papel pionero en la defensa de los derechos humanos en Palestina» y expresó su orgullo de que Barcelona fuese puerto de partida de la expedición .
La iniciativa cuenta también con el respaldo de numerosas organizaciones de derechos humanos, sindicatos y plataformas ciudadanas que reclaman el fin del asedio a la Franja y el respeto a las resoluciones de Naciones Unidas.
El recuerdo del Mavi Marmara y otras flotillas
Las advertencias de la FIP se entienden a la luz de antecedentes recientes. En 2010, la interceptación del buque Mavi Marmara por parte de comandos israelíes en aguas internacionales se saldó con la muerte de diez activistas turcos y decenas de heridos. Aquella operación fue condenada por organismos internacionales y generó una fuerte crisis diplomática.
Desde entonces, varias flotillas han intentado llegar a Gaza con ayuda humanitaria, pero la mayoría han sido detenidas antes de alcanzar su destino.
En este contexto, la presencia de periodistas en la Flotilla Global Sumud adquiere un significado especial: documentar en tiempo real lo que ocurre y asegurar que, en caso de intervención militar, exista una cobertura independiente que pueda ser contrastada por la opinión pública mundial.
La exigencia de protección internacional
La FIP ha instado al Gobierno de España y a la Unión Europea a que garanticen la protección de los profesionales de la comunicación que participan en la expedición. «La presencia de periodistas no puede ser criminalizada», indicó la organización, al tiempo que recordó que el derecho internacional marítimo prohíbe los ataques en aguas internacionales contra buques civiles.
En paralelo, varios sindicatos de periodistas europeos han emitido comunicados de apoyo a la FIP. La Federación Europea de Periodistas (EFJ) señaló que «la labor informativa de quienes viajan en la Flotilla Global Sumud es esencial para contrarrestar la desinformación y dar voz a las víctimas del bloqueo».
El contexto en Gaza
La salida de la flotilla se produce en un momento de gran tensión. La situación humanitaria en Gaza se ha deteriorado de manera dramática tras meses de ofensivas militares y restricciones al suministro de bienes básicos. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras y la ONU han advertido que la población vive bajo «condiciones de asedio», con acceso limitado a agua potable, electricidad y medicinas.
En este escenario, la llegada de una expedición internacional con amplia cobertura mediática se interpreta como una forma de presión política y de solidaridad activa con la población palestina.
Solidaridad desde la sociedad civil
Además de figuras públicas, en la Flotilla Global Sumud viajan representantes de ONG, colectivos feministas, sindicatos y movimientos sociales que han querido enviar un mensaje claro: la sociedad civil internacional no permanece indiferente ante lo que ocurre en Gaza.
La participación de periodistas en este contexto no solo responde a la obligación profesional de informar, sino también a la convicción de que sin testigos independientes resulta mucho más difícil denunciar violaciones de derechos humanos y exigir responsabilidades.
La defensa del derecho a informar
La preocupación expresada por la FIP conecta con una reivindicación de largo recorrido: el derecho de los periodistas a trabajar en condiciones de seguridad, especialmente en zonas de conflicto. Reporteros sin Fronteras ha denunciado que Israel mantiene un historial de ataques contra periodistas palestinos y extranjeros, con casos documentados de detenciones arbitrarias, destrucción de material y agresiones físicas.
La Flotilla Global Sumud representa, en este sentido, un doble desafío: romper simbólicamente el bloqueo a Gaza y reivindicar la libertad de prensa en uno de los escenarios más hostiles para el ejercicio del periodismo.
La preocupación internacional por la seguridad de los periodistas a bordo de la Flotilla Global Sumud refleja la importancia estratégica de esta expedición. No se trata únicamente de un viaje de solidaridad hacia Gaza, sino también de una prueba de fuego para el respeto a la libertad de información y al derecho internacional.
La comunidad periodística internacional observa con atención lo que pueda ocurrir en los próximos días, consciente de que cualquier ataque contra los comunicadores a bordo sería una afrenta a la libertad de prensa y a los principios democráticos que deben regir las relaciones internacionales.
