La revuelta del Rif ya se ha cobrado su primera víctima. El manifestante de Alhucemas Imad El Attabi, de 24 años, quien se encontraba en el hospital militar de Rabat desde el pasado 20 de julio ha fallecido según un comunicado oficial del fiscal o procurador general del rey.
Fue trasladado desde Alhucemas con heridas graves en la cabeza, en estado de coma por «el casquete de una bomba de gas», de las utilizadas para disolver concentraciones que le dió en la cabeza, pero entonces las autoridades mencionaban que fue «por una pedrada». Se abrió una investigación «exhaustiva» al respecto por la brigada nacional de la Policía Judicial (BNPJ) según informaron las autoridades.
Durante la hospitalización de estos veinte días no se ha facilitado información oficial de su estado ni a su familia aunque su hermano, Chirak, hizo un llamamiento público hace días a evitar rumores en las redes sociales sobre su muerte. Se han convocado protestas silenciosas tanto en el Rif, donde se estudia realizar una huelga general, como en Rabat y Casablanca.
No obstante, hay que recordar a la otra víctima que dio inicio a las protestas, el pescadero Mouhcine Fikri, quien murió triturado en un camión de basuras en Alhucemas el 28 de octubre de 2016. Posteriormente y tras la detención del líder del movimiento popular, el conocido como Hirak, Nasser Zefzafi, a finales de mayo se desencadenó la ola de represión y detenciones masivas que todavía persiste.
De hecho, la última manifestación solidaria con el Rif se produjo el pasado día 6 en Casablanca recogiendo un llamamiento del movimiento amazigh. Durante la marcha, muy controlada por las fueras del orden, se solicitó la libertad de todos los detenidos. También hubo concentraciones solidarias en Nueva York, Estrasburgo y Lyon. Este martes 8 se producirá otra en Cádiz. Otro gesto solidario mediático ha sido la de la ministra de Inmigración de Noruega, Sylvi Listhaug, haciéndose una foto con la bandera amazigh y pidiendo la liberación de Zefzafi con un retrato suyo.
Por otra parte, se da la circunstancia que esta muerte coincide con la primera víctima política del Rif, el secretario general de la primera fuerza de la oposición, el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), Ilyas el Omari, ha dimitido «de forma irrevocable» de su cargo, si bien mantiene la presidencia de la región Tánger-Tetuán-Alhucemas.
Tras asumir su responsabilidad por fracasar su mediación en el conflicto en un gesto de sinceridad reconoció el absentismo de sus diputados –una imagen del Parlamento marroquí casi vacío se hizo recientemente viral- y el escaso resultado en los gobiernos regionales y ayuntamientos que controlan –entre ellos está el de Alhucemas-.
Omari fue el cabeza de cartel en las pasadas elecciones generales hace casi un año y aunque aumentó su representación con 102 diputados de la Cámara de los 395 que la forman no pudo desbancar al Partido Justicia y Desarrollo (PJD) que, con 125 diputados, revalidó la opción de formar Gobierno. Tras varios meses sin acuerdo político, el rey Mohamed VI cambió a su líder y entonces jefe de Gobierno, Abdelilá Benkirán por Saadedín al Ozmani para presidir un ejecutivo compuesto por seis partidos.
Mientras, prosigue la campaña de Reporteros sin Fronteras (RSF) contra el acoso a los periodistas y las violaciones a la libertad de información desde el estallido de las protestas en la región del Rif abogando por la puesta en libertad de los siete periodistas presos –dos de ellos condenados- desde que se inició el conflicto.
Los dos condenados son el periodista responsable del portal web badil.info , Hamid El Mahdaoui, condenado a tres meses de prisión y que ha sido trasladado a la prisión de Ouakacha en Casablanca y el director del sitio web RifPress, Mohamed El Hilali, condenado a cinco meses de prisión.
Human Rights Watch (HRW) ha condenado la prisión de El Mahdaoui, quien es muy conocido por sus actividades y videos en las redes sociales. Del mismo modo, la Federación Internacional de Periodistas (FIP), Reporteros sin Fronteras (RSF) y la Liga de Derechos Humanos auspician una campaña conjunta de recogida de firmas en una página web solicitando su liberación que ya ha recogido unas 2000.