Un total de 137 personas han sido rescatadas en aguas del mediterráneo entre las que se encontraban, diecinueve mujeres y un bebé, ayer domingo, 22 de abril, por la ONG Proactiva Open Arms y actualmente se encuentran a salvo en el barco Astral.
En ese mismo momento, otra ONG, SOS Méditerranée, confirmó el rescate de otras 222 personas en aguas internacionales al oeste de Trípoli. Esta operación ha sido llevada a cabo en coordinación con el centro italiano de coordinación de rescate marítimo (IMRCC).
El barco Open Arms que significa, Brazos abiertos, ha sido retenido en múltiples ocasiones; la última el pasado mes de marzo en el puerto de Sicilia. Algunos de sus tripulantes fueron acusados de favorecer la inmigración ilegal y estos alegan que existe una campaña de criminalización contra los que salvan vidas en el mediterráneo.
La ONG catalana, fundada por Óscar Camps desde 2015 se dedica a salvar la vida de migrantes sirios, eritreos, afganos o iraquíes que intentan cruzar desde Libia a las costas italianas para entrar en Europa. Se calcula que en los tres últimos años la organización ha logrado salvar cerca de 60.000 personas que arriesgaban su vida en el mediterráneo. Los tripulantes del Open Arms son los primeros brazos que acogen los migrantes; esos que como el domingo cantaban a la vida cuando eran rescatados y daban gracias por ello.
«Gracias por mi vida» cantaban al ser rescatadas las mujeres; pensábamos que íbamos a morir en el mar, menos mal que llegaron a tiempo…
La organización también ha denunciado diversas violaciones a los derechos humanos a través de los testimonios de los refugiados que escapan del horror, de la guerra y de la injusticia. La zona de rescate como alegan es inmensa y apenas hay organizaciones humanitarias que trabajan para salvar vidas. Lo cierto; lo verdaderamente cierto, es que probablemente a pesar de sus esfuerzos, miles de personas hayan perdido la vida en el cementerio del mediterráneo a los ojos de la Unión Europea sin que nadie se haya enterado.