El Centro de Derechos Reprográficos (CEDRO) informa de que la piratería sigue siendo un problema en España
Según CEDRO, si bien es cierto que la legislación ha mejorado, también es verdad que las medidas puestas en marcha no están dando resultado, como lo demuestra el hecho de que el 87,48 por ciento de los contenidos digitales consumidos en España durante 2015 fueron ilegales.
bloomua / 123RFPara esta asociación de gestión de derechos de autor, la vía administrativa, que es clave para los autores y editores porque proporcionaría una respuesta rápida contra la piratería digital, no está funcionando a pesar que fue modificada en la última reforma de la Ley de Propiedad Intelectual. En cuanto a la vía judicial, los resultados no son mejores. Por un lado, el tiempo de resolución de los procedimientos se dilata enormemente en el tiempo y, por otro, en un entorno tan global como es Internet suele ser complicado localizar a los responsables de las web que fomentan la piratería.
Resumen de los datos del Observatorio de la piratería 2015 presentado el pasado 31 de marzo de 2016 por la Coalición de Creadores.
LIBRO DE OCIO
Este estudio analiza solamente la piratería del libro de ocio y entretenimiento, que representa aproximadamente el 45 por ciento del mercado editorial. Deja fuera la piratería que sufre la edición educativa y profesional.
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La piratería de libros crece un 36 por ciento
Según el informe, los accesos ilegales de libros de entretenimiento durante el 2015 alcanzaron la cifra de 390 millones, un 36,36 por ciento más que el año anterior.
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103 millones de euros no percibidos
El consumo ilegal de contenidos editoriales de ocio ha hecho que el sector dejara de percibir 103 millones de euros.
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El 45 por ciento de los libros pirateados son novedades
Las publicaciones nuevas son las que más accesos ilegales registran, según GfK, la consultora que ha realizado el informe. Los libros de entretenimiento lanzados hace menos de un año registraron un 45,1 por ciento de accesos piratas; los de 1 a 3 años, un 26,7 por ciento y los de más de 3 años, un 28,3 por ciento.
Para Magdalena Vinent, directora general de CEDRO, es «muy preocupante» que casi la mitad de los ejemplares que se piratean lleven en la calle menos de un año. Las cifras de piratería en su opinión «están lastrando el mercado, en tanto que las cantidades que se están dejando de percibir no permiten invertir en la publicación de nuevas obras».
Otros datos del observatorio
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Sin piratería, más empleo y más recaudación
Si se terminara el acceso ilegal a contenidos digitales, la industria creativa calcula que se podrían crear 21.672 nuevos puestos de trabajo directos, a los que se sumarían 100.000 más indirectos.
Con un escenario alejado de la piratería, no solo se crearía empleo, sino que además aumentaría la aportación vía impuestos a las arcas públicas. Según el informe presentado por la Coalición de Creadores, los accesos ilegales a contenidos digitales impidieron que durante el 2015 se tributaran 547 millones de euros entre IVA, IRPF y cotizaciones a la Seguridad Social.
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Razones que motivan el acceso ilegal
Entre los motivos que los encuestados apuntan cuando se les preguntan por qué consumen contenidos de sitios piratas, un 62 por ciento asegura que los originales le resultan costosos; un 55 por ciento argumenta que es fácil y rápido descargarlos; un 53 por ciento que ya paga por acceder a la red y un 47 por ciento dice que no paga por algo que no sabe si le gustará.
Para los miembros de la Coalición de Creadores es significativo el aumento de quienes justifican piratear productos culturales argumentando que no hacen daño a nadie (29 por ciento) y los que dicen que no pasa nada puesto que no hay consecuencias legales para el que piratea.
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Soluciones de los usuarios
A la hora de responder sobre las soluciones para acabar con la piratería, la opinión mayoritaria es la de bloquear el acceso a las webs que la promueven, seguida de la de desarrollar campañas de sensibilización y la de sancionar, bien económicamente bien restringiéndoles el acceso a Internet, tanto a las operadoras y los proveedores de internet como a los usuarios infractores.