La enfermedad psoriásica es una patología crónica no infecciosa del sistema inmune, que puede manifestarse en la piel (psoriasis) y, en algunos casos, puede aparecer en las articulaciones (artritis psoriásica), y que impacta negativamente sobre los pacientes.
Bajo el lema, «Conectamos para avanzar en psoriasis», Acción Psoriasis ha impulsado un programa para concienciar sobre la enfermedad psoriásica y sus manifestaciones reumáticas de forma que los pacientes puedan conocer tanto el diagnóstico como el día a día de la enfermedad.
Con motivo del día mundial de la psoriasis y la artritis psoriásica, que se celebra el martes 29 de octubre, Acción Psoriasis realizará diversas campañas y actividades para sensibilizar a la población, tanto a nivel nacional como regional. De hecho, este año, se iniciará con un acto central el día 28 de octubre en Madrid con una jornada de pacientes y familiares en la sede del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social (Paseo del Prado, 13-20 de Madrid), en la que contarán con la presencia de representantes de la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología), la SER (Sociedad Española de Reumatología), del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid y de Acción Psoriasis.
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria del sistema inmunitario que puede afectar a la piel, a las uñas y a las articulaciones. Esta información es crónica y se presenta en brotes, con exacerbaciones y remisiones y, en ningún caso, es contagiosa.
Esta enfermedad afecta alrededor del 2’3% de la población y suele aparecer entre los 15 y 35 años, aunque también afecta a niños y a personas mayores. Hay que resaltar que no es hereditaria, pero hay una predisposición genética para padecerla, ya que un tercio de los afectados tiene familiares directos con psoriasis. Se conoce que, además de dicha predisposición, son necesarios otros factores desencadenantes.
Actualmente existe una nueva pluma con guselkumab one Press que está indicada para el tratamiento de placas de psoriasis moderada a grave en adultos. Este tratamiento mejora los síntomas de la psoriasis y facilita al paciente su administración de 100 mg en inyección subcutánea de 0 a 4 semanas seguida de una dosis de mantenimiento cada 8 semanas.
La psoriasis comienza en el sistema inmune, principalmente en unas células de la sangre llamadas linfocitos T. Todos tenemos linfocitos T que nos ayudan a proteger el cuerpo contra infecciones y enfermedades.
En la psoriasis, los linfocitos T se activan indebidamente y desencadenan muchas respuestas celulares; entre ellas, la proliferación y dilatación de los vasos sanguíneos de la piel, lo que se manifiesta en el color rojo de las lesiones. También desencadenan una proliferación de las células de la epidermis, los llamados «queratinocitos».
Normalmente, el proceso de recambio celular de la epidermis es de 30 días, pero en las personas con psoriasis dura aproximadamente 4 días, lo que genera la acumulación de células en la capa córnea, y se manifiesta en forma de placas de escamas blanquecinas y descamación exagerada.
Su manifestación clínica más habitual es la aparición de lesiones cutáneas de tamaño variable, enrojecidas y recubiertas de escamas blanquecinas de grosor variable. Estas escamas están formadas por queratinocitos (células de la epidermis) que se acumulan debido a su proliferación acelerada. El enrojecimiento es el resultado de la mayor afluencia de sangre debida a la inflamación.
El curso de la psoriasis es caprichoso, ya que puede desaparecer y volver a aparecer en los mismos sitios del cuerpo o en otros. Cada individuo afectado tiene su particular psoriasis, y lo que funciona en unos puede que no sirva o incluso vaya mal a otros. Por este motivo, el tratamiento debe ser personalizado para cada paciente, en función del tipo de psoriasis que tenga