Qué tiempos aquellos cuando todos los veranos teníamos que sacar a pasear al monstruo del Lago Ness. Cuando los veranos eran sinónimo de sequía informativa y ahí estaba siempre nuestro monstruo para echarnos una mano.
Ahora no nos hace falta; nos sobra información, estamos algo saturados de noticias de última hora y de exclusivas.
En este mes de julio podemos entretenernos con multitud de casos a cada cual más interesante. Hemos visto al monstruo de Córdoba, con sus grandes ojos fijos mirándonos a todas horas cuando encendíamos la tele. No sólo eso, los grandes programas sensacionalistas han tenido al personaje prácticamente en nómina, antes y después del veredicto.
Si no veíamos esto, ahí estaba Bárcenas para sacarnos del aburrimiento, entrando en la cárcel, tirando de la manta, chantajeando, en fin, ocupando horas y horas de debates, de portadas y de artículos de prensa… En eso estamos todavía.
A la vez, un presidente del Gobierno que, al igual que diría su “predecesor” el rey Sol, cuando dijo “El Estado soy yo”, confunde el chantaje o lo que sea a su persona con el chantaje al Estado. Y naturalmente sin dar explicaciones, lo deja para después, ¿para cuándo?
La corrupción este año no se ha ido de vacaciones. Bueno creo que no se iba ningún año, pero por lo menos otros veranos nos teníamos que alimentar con cosas más livianas como los posados de Ana Obregón o las fotos de las vacaciones de los famosos. Este año no, ahora estamos en plena canícula y no se va nadie de vacaciones o eso parece.
Por si fuéramos pocos, empiezan a salir de los armarios cual si fueran zombis personajes que creíamos superados, léase Aznar; el abogado Durán, ¿se acuerdan?, el de la ONCE; el del juez Gómez de Liaño; la lideresa de Madrid, retirada de la política; en fin, que ya estamos todos.
Y en esta vorágine aparece un rumor: se está estudiando volver a utilizar los rombos. ¿Se acuerdan de los rombos de la tele? Pues ahora nos dicen que van a aparecer de nuevo. Vale, seguramente eso estará en consonancia con nuestra vuelta al pasado. ¿Volverán a poner estrellas en los pezones de las mujeres para disimular? ¿O insinuantes encajes en los escotes atrevidos? Yo no estoy segura de lo que pasará, pero pediría que de resucitarlos, por favor, pongan dos rombos a todas las tertulias, programas, programillas, para que sin cargo de conciencia podamos apagar la tele y disfrutar en paz de nuestro verano, que como vemos a pesar de los vaticinios franceses, iba a llegar y llegó.
Bueno, feliz verano y relajación, que nos espera un otoño movidito.
Y el aumento de la jurisdicción militar… y la ocupación policial del centro de las ciudades… y la mala educación creciente de los policías que ejercen esa ocupación.. y la falta de vergüenza de quienes dirigen este país…y… y… ¡Por ese dios en el que no creo, que alguien me jure que después de 2013 no viene otra vez 1940!
En realidad el monstruo del Lago Ness es un «gancho» del artículo pues el tema real es otro.
Sin embargo, me trae nostalgia por ese mostruo lacustre, que desata imaginaciones y atrae turistas (por este hecho viajaré al Ness cuando pueda), pero que sé muy bien es pura fantasía, leyenda, entretención y distracción; tal como en EE.UU. existe un área alienígena (Roswell), en verdad totalmente imaginaria y hasta alucinada, pero que le da glamour y atractivo a un lugar que sin eso existiría «sin pena y sin gloria». Podemos añadir al mítico «chupacabras», que tiene la versatilidad de ser «criollo» de muchas partes del planeta.
De todas formas, en estos asuntos, a más desmentido racional y científico, más se confirma a los «creyentes» que «algo hay».