«Quien me quiera que me siga», de José Alcalá: la hora de los seniors

Romance sentimental, no exento de tópicos, «Quien me quiera que me siga» se desarrolla en torno a un triángulo amoroso de sexagenarios que viven en un pueblo del sur de Francia.

quien-me-quiera-que-me-siga-cartel «Quien me quiera que me siga», de José Alcalá: la hora de los seniorsNo resulta muy fácil sentir simpatía por los protagonistas de esta especie de comedia a la italiana, por estos tres «venidos a menos»; al final se consigue porque están llenos de encanto.

Interpretados por  tres buenos actores –Daniel Auteil («Jean de Florette», «Una razón brillante»), Catherine Frot («Marguerite»,« Dos mujeres ») y Bernard Le Coq («Acordarse de cosas bellas», « Caché»)-, dirigidos por el francés José Alcalá, los personajes de «Quien me quiera que me siga» están empeñados en demostrar que la madurez también puede generar momentos de felicidad. Y de vez en cuando se agradece encontrar una visión optimista del presente.

La historia, escrita por el director en colaboración con Agnès Caffin y Antoine Lacomblez, gira en torno a Gilbert y Simone, un matrimonio que vive una conflictiva jubilación en un tranquilo pueblo. El enfado permanente del marido, la falta de dinero y la partida de Étienne (vecino y amante), empujan a Simone a abandonar su hogar. Es entonces cuando Gilbert se da cuenta de que está dispuesto a todo con tal de recuperar a su mujer, su verdadero amor.

En el género de «comedia popular», que tanto éxito cosecha siempre en Francia, como en Italia o España, este tercer largometraje de Alcalá se sale un poco de los estereotipos habituales: la mujer, el marido y el amante son trabajadores (proletarios, dicen los franceses precisando) jubilados.

Más que problemas morales lo que tienen son problemas de amor y dinero (y de la eterna soledad que nos persigue también cuando estamos rodeados de gente). Más que distinguirse del rebaño, lo que pretenden es escapar a lo que los demás les quieren imponer.

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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