Como consecuencia de la grave enfermedad que padecía, acaba de morir en Madrid a los 54 años de edad Pedro Zerolo, miembro de la Ejecutiva Federal del Partido Socialista y secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE.
Yo no sé si sería factibe que el papa Francisco, que vive en Roma y tan magníficas y hasta evangélicas declaraciones ha venido haciendo a lo largo de su pontificado en pro de un mundo más justo, tuviera a bien informarse de lo que un día uno de sus sacerdotes en España dijo a propósito de la enfermedad de Zerolo, cuando toda persona de bien expresó al político socialdemócrata -como no podría ser de otro modo- su apoyo en tan duro trance.
La emisión de la bazofia tuvo lugar en Alerta Digital TV y el cura Jesús Calvo se expresó en los siguientes términos: «En la misma teología se sabe que el mismo pecado tiene su sanción. No me extrañaría nada que eso fuera un efecto de la divina providencia que intenta ejemplarizar contra los que se ríen de la virtud», comentaba el sacerdote en referencia al cáncer de Zerolo. El sacerdote aprovechó la ocasión para pedir la pena capital para todos aquellos que están a favor del aborto:
«Hay mucha basura social. Se ha quitado la pena capital desgraciadamente, que es doctrina de la Iglesia católica, y habría que eliminar a mucha gentuza de esa que está haciéndole la vida imposible a los inocentes».
¿No debería el santo padre evitar en lo posible que pastores como Calvo sigan ejerciendo el sacerdocio con tan ignominiosa interpretación del proceder que guía a la divina providencia? ¿Qué pinta un cura como Calvo en esa iglesia que postula de caminos nuevos Francisco? ¿O es que lo de Francisco es mera mercadotecnia y cambio de imagen?
Pura mercadotecnia. Ya lo dijo en su día este Papa al que tildan los medios de pacífico justo al día siguiente del asesinato de periodiistas satíricos en Francia: «si me mencionan a mi madre le doy un sopapo». Justo lo que hacen los muy devotos judíos de continua: ojo por ojo, diente por diente. Esa es la doctrina de la Iglesia. Muerte a los vivos y defensa de sus futuros clientes cuando aún no son nasciturus en los vientres de sus madres.