La Conferencia General de Pesas y Medidas, que reúne a los representantes de los estados pertenecientes a la Convención del Metro, ha aprobado en Versalles una revisión del Sistema Internacional de Unidades.
Para ello han considerado la modificación de las definiciones de kilogramo, amperio, kelvin y mol para que estas unidades fundamentales queden a partir de ahora referidas a constantes físicas universales, y no a patrones ni a mediciones que entrarán en vigor el Día Mundial de la Metrología, el 20 de mayo de 2019, aunque este cambio no afectará a la vida diaria de los usuarios. Asimismo, se han adaptado las definiciones del segundo, el metro y la candela para alinearlas con las nuevas.
Las nuevas definiciones revisadas se basan en la constante de Planck, la constante de Boltzman, la carga elemental y la constante de Avogadro. De esta manera, las unidades de masa (kilogramo, kg), intensidad de corriente eléctrica (amperio, A), temperatura (kelvin, K) y cantidad de materia (mol) se definen en relación a magnitudes inherentemente estables.
Las constantes se han elegido de forma que las definiciones revisadas no deban modificarse ante futuras mejoras en las tecnologías que se emplean para sus mediciones. El uso de estas para definir las unidades de medida permitirá a la comunidad científica y a la industria obtener sus mediciones con mayor exactitud.
Las definiciones revisadas no cambiarán, aunque mejoren las tecnologías que se emplean para sus mediciones:
El kilogramo se definirá en términos de la constante de Planck, para garantizar su estabilidad a largo plazo. Hasta ahora se definía como la masa que tiene el prototipo internacional que se guarda en la Oficina Internacional de Pesas y Medidas en Sèvres (Francia).
El amperio y otras unidades eléctricas, en sus actuales realizaciones prácticas al más alto nivel metrológico, obtendrán la total consistencia de los métodos con sus definiciones.
El kelvin se redefinirá sin causar un efecto inmediato en la práctica de la medición de la temperatura.
El mol se redefinirá con respecto a un número específico de entidades (átomos o moléculas) y ya no dependerá de la unidad de masa, el kilogramo.
Las otras tres unidades, el metro, el segundo y la candela, ya se definían en relación a otras constantes, como la velocidad de la luz, la transición hiperfina del estado fundamental no perturbado del átomo de cesio 133 y la eficacia luminosa.