La movilidad como servicio en lugar de la movilidad como propiedad, no sólo las empresas lo han entendido de esa manera, sino que también muchos particulares. En la actualidad, el renting ocupa hasta un 25 por ciento de todas las transacciones con coches contratadas en España, y se espera que para los siguientes años, el incremento sea sostenido.
El renting de coches es una de las modalidades para tener un coche y poder utilizarlo, aunque con algunas ventajas considerables, que hoy en día son aprovechadas tanto por empresas como por particulares.
Existen varios tipos de renting y, en general, todos suelen tener ventajas similares.
Tipos de renting
Como en todo contrato de alquiler, los tipos de renting vienen diferenciados por su duración o por lo que se puede hacer una vez culmine el contrato.
- Renting convencional: un contrato de alquiler a largo plazo con una duración de entre uno y seis años -el promedio en España es de cuatro años-, tras lo cual se devuelve el coche una vez cumplido el periodo.
- Renting flexible: el renting flexible es un renting que se negocia y renueva automáticamente cada mes o cada dos meses. Elimina la figura de la penalización por rescindir el contrato y permite actualizar el coche según la necesidad, sin esperar a que el contrato finalice.
- Renting de ocasión: es igual a un renting convencional, pero existe la posibilidad de comprar el coche utilizado una vez acabe el contrato, considerando todas las cuotas de renting como un abono por el precio tasado del coche en el momento de la finalización del contrato.
Ventajas del renting
En general, el renting tiene algunas ventajas, como no tener que pagar una cuota inicial sino que todo se divide en cuotas mensuales fijas, no tener que ocuparse del mantenimiento, del seguro o de cambiar los neumáticos, y poder llevar los coches más modernos del mercado pagando sólo una cuota (cuando serían inaccesibles si se considerara el mercado de la compraventa).
Pero en un aspecto más específico, diferenciando las necesidades e intereses de empresas y autónomos, por un lado, y de particulares por otro, se encuentran otras tantas ventajas importantes.
Para empresas y autónomos
Además de todo lo anterior, que es de por sí algo a considerar para las empresas que necesiten una flota de vehículos, ya que no tendrán la necesidad de pagar cuotas iniciales por cada uno de los coches adquiridos, ni tendrán que hacer grandes gastos de mantenimiento y compra de recambios cada vez que toque.
La principal ventaja para las empresas y los autónomos, es que la legislación actual permite que sean contabilizados como un gasto -los coches en alquiler- y no como una propiedad o un activo, por lo que es un gasto deducible con IVA incluido, permitiendo a las empresas no sólo el beneficio fiscal, sino un importante ahorro en cada periodo.
Para particulares
Para las personas y familias en general, tener un coche es una manera de tener movilidad sin limitarse al transporte público. Es, también, una sensación de libertad y hasta una herramienta de trabajo en sí mismo.
Pero adquirir un coche a veces no sale a cuenta, salvo que se tenga la disponibilidad financiera para comprar un coche moderno al contado -sin créditos, sin ayuda de bancos o endeudamiento-, la opción del renting para particulares siempre terminará siendo más atractiva, porque las personas no se tienen que molestar por pagar una cuota inicial que en ocasiones puede llegar al 30 por ciento del valor total del coche; así como tampoco se tendrán que molestar, durante todo el periodo del contrato, por las visitas al taller y los gastos relacionados con el mantenimiento.
De hecho, en esos momentos no se estará sin coche, ya que la mayoría de las empresas de renting ofrecen coches de sustitución mientras dure la reparación o la revisión rutinaria del coche principal.
Finalmente está la figura de la cuota, fija e invariable en el tiempo, que será mucho más fácil de presupuestar y de planificar, que la cuota inicial de un coche y los gastos inoportunos que siempre suelen ocurrir.