Facua, Consumidores en Acción ha publicado un comunicado en el que critica que el Parlamento Europeo haya vuelto a retrasar hasta 2017 el final del roaming en la UE, esto es, la tarifa de voz y datos que las compañías de telecomunicaciones cobran a los usuarios de móvil cuando se encuentran en otro país de la UE diferente del lugar en el que contrataron el servicio.
La asociación considera que la decisión de retrasar el fin del roaming hasta junio de 2017 es una concesión más a las operadoras ante la presión del lobby de las compañías de telecomunicaciones para seguir enriqueciéndose sobremanera durante un año y medio más. Hasta entonces, las empresas podrán cobrar hasta cinco céntimos más por minuto por encima de la tarifa contratada en origen por el usuario en las llamadas, dos céntimos en los SMS y cinco céntimos por megabyte.
FACUA lamenta que además el fin del roaming venga con trampa, y es que la directiva europea aprobada hoy por el Parlamento comunitario pone un límite a la utilización de este sistema. La eliminación del roaming sólo afectará a las personas que viajen por cortos periodos de tiempo, lo que supondrá que generalmente sólo se beneficien los usuarios que vayan de vacaciones. Esto es, las personas que se desplacen a otros países de la UE para estudiar o trabajar de manera temporal o permanente, sí tendrán que pagar una cantidad extra por la itinerancia.
La asociación encuentra aberrante que la Comisión Europea justifique esta decisión como una manera de «evitar usos abusivos», como que un usuario compre una tarjeta SIM en otro país de la UE en el que los precios son más baratos que en su lugar de residencia. Son las compañías las que aplican tarifas abusivas, denuncia la asociación.
FACUA recuerda que el roaming es un sobrecoste que pagan los usuarios sin que a las multinacionales les suponga un coste añadido, lo que provoca que las compañías estén ingresando cantidades multimillonarias sin justificación.
La medida de eliminación del roaming es, en opinión de FACUA, necesaria y urgente, porque mientras no se aplica las compañías están obteniendo grandes beneficios a costa de los usuarios. El Parlamento Europeo se había pronunciado inicialmente a favor de la eliminación del roaming en 2015, sin embargo, se ha pospuesto por las presiones de las operadoras, denuncia la asociación.