Rusia juega un papel crucial en la guerra entre Armenia y Azerbaiyán que se está desarrollando desde hace un mes en el territorio de Nagorno Karabaj, Artsaj para los armenios, y territorios circundantes.
Por este motivo, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, ha presentado una propuesta de una solución negociada al conflicto.
Su plan lo expuso públicamente en los medios de comunicación rusos, tras reunirse hace unas semanas por separado, con el ministro de Exteriores azerbaiyano, Jeyhun Bayramov, y el ministro de Exteriores armenio, Zohrab Mnatsakanian.
Según Lavrov, las siguientes propuestas son las que desarrollaron los copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE (Rusia, Francia y Estados Unidos) y permanecen sobre la mesa de negociaciones, abogando por una solución política a la guerra.
El primer punto sería la retirada paso a paso de las tropas armenias de las cinco regiones que rodean Nagorno Karabaj. Esto debe hacerse manteniendo las garantías de seguridad del enclave de Artsaj, y asegurando una conexión segura con Armenia, hasta que se determine el estatus final del disputado territorio.
Posteriormente, en un segundo punto, las tropas armenias se retirarán de dos regiones más y se determinará el estatus de Nagorno Karabaj, Artsaj.
Por último, en la zona se mantendrá el cese de hostilidades durante este período con la ayuda del personal enviado para el alto el fuego y mantenimiento de la paz.
Según el primer ministro armenio Nikol Pashinyan, Armenia nunca entregará tierras por paz, sino por independencia, lo que llevaría a declinar la oferta de los copresidentes, que solicitan que Artsaj entregue los territorios circundantes, sin garantías de que Azerbaiyán pueda realizar nuevos progromos con los armenios de la zona y no garantice la autodeterminación.
Rusia ya ha manifestado públicamente que solo ayudará a Armenia en el caso de que la guerra entre en el actual territorio armenio, es decir si hay tropas azeríes o se producen batallas dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente. Es más, aunque sea bombardeado su territorio, como ya lo ha sido, tampoco intervendrán, solo si violan directamente sus fronteras.
Esta aclaración explica por qué Rusia no apoya a Armenia en el actual conflicto, según el artículo 2 del Tratado de Amistad y Cooperación y Asistencia Mutua firmado en 1997 que tienen ambos países.
Por otra parte, Rusia ha confirmado de nuevo, a través del propio Lavrov, la presencia de mercenarios islamistas traídos por Turquía para combatir en el conflicto, en concreto, los cifra en 2000.
Previamente, el jefe del servicio de Inteligencia de Rusia, Sergei Naryshkin, señaló que la presencia de estos mercenarios representa un gran peligro y una profunda preocupación en Moscú.