En una ceremonia a los sones alegres de una fanfarria en el estuario de la ciudad de Murmansk, donde ha quedado amarrada de momento, el gobierno ruso presentó el sábado 19 de mayo de 2018 la “Akademic Lomonosov”, la primera central nuclear flotante del mundo, un proyecto que preocupa a los ecologistas y que está destinado a abastecer en energía a 200 000 personas que habitan las regiones más recónditas de la Federación y a las plataformas petroleras, dentro del plan ruso de desarrollo de la producción de hidrocarburos.
La «Akademik Lomonosov», fabricada en San Petersburgo –donde debió ser cargada con combustible nuclear para cruzar después las aguas cercanas a varios países europeos, lo que provocó las protestas de gobiernos y oenegés de los países escandinavos, por lo que se decidió cargarla en Murmansk-, mide 144 metros de largo y 30 de ancho, la ha construido el conglomerado público Rosatom, y tiene dos reactores de 35 MW, similares a los que se utiliza en los rompehielos.
El ingenio, que no tiene motor propio y pesa 21 000 toneladas, será remolcado en el verano de 2019 hasta el puerto de Pevek, en el distrito autónomo de Chukotka, en el extremo oriente de la Siberia, a unos 350 kilómetros al norte del círculo polar ártico, donde reemplazará a una central nuclear y una planta de carbón que se han quedado obsoletas.
Distintas asociaciones ecologistas europeas se refieren ya al “Akademic Lomonosov” como el “Chernóbil sobre hielo” y, 36 años después de aquella catástrofe, piden que se establezca una vigilancia internacional.
Para Greenpeace es un “Titánic nuclear”: “Toda central nuclear – ha explicado Rashid Alimov, del departamento de energía de la organización- produce deshechos nucleares, y los accidentes son posibles. Una central nuclear flotante estará particularmente expuesta a los fenómenos meteorológicos, y a amenazas como el terrorismo. Imaginemos que el pontón se desata de los barcos que lo remolcan, las consecuencias pueden ser muy graves”.
“Su instalación en el crudo medio ambiente del Ärtico ruso será una amenaza constante para los habitantes del Norte y para la naturaleza virgen de la zona”, ha añadido Jan Haverkamp, experto nuclear de Greenpeace.
Las informaciones servidas por las grandes agencias internacionales, finalizan asegurando que China también construirá una central nuclear flotante.