Sanibel y Captiva, islas de los caracoles

Sanibel y Captiva son dos islas encantadoras y “encantadas”, bordean la Península de Florida, en las aguas del Golfo de México. Se descubren siguiendo la ruta que conduce a Fort Myers atravesando el famoso puente llamado Sanibel Causeway.

Este Puente fue construido en 1963, y aunque es foco de controversia entre los ecologistas y los desarrolladores comerciales, nos permite acceder a las islas. El paisaje es paradisiaco, atravieso el puente y me dirijo para hablar con la historiadora Betty Anholt, quien durante años estudió la región:

“La historia de las islas se divide en antes y después de la construcción del Puente. Los primeros habitantes fueron indígenas Calusa, cuyo orígen es incierto, algunos los consideran descendientes de los mayas pero no hay pruebas. Fueron estos nativos los que descubrieron el tesoro que las islas guardan: el más grande reservorio de caracoles en sus orillas”. Me contaron que llegaron piratas que fondearon en estas costas y dejaron tesoros. El bucanero Black Bart, usó la isla Sanibel para ocultarse, y el pirata José Gaspar mantenía a sus mujeres cautivas en la isla Captiva, de allí su nombre. Pero para los indígenas el verdadero tesoro es el aluvión de caracoles que llega a las costas.

Durante el siglo XIX varios pioneros se instalaron en estos parajes. En 1866, William Allen construye el primer puente que fue luego destruído por un huracán y Henry Shanahan, en 1889, levanta el faro que actualmente se encuentra en la punta de Sanibel.

Continuo mi viaje por la carretera Periwinkle, que atraviesa las dos islas, se puede llegar al J.N.”Ding”Darling Wildlife Refuge, una gran reserva ecológica de 6400 acres, donde se aprecia la flora y fauna del lugar. Camino por los senderos gozando de la naturaleza, con buenos binoculares avisto varios pájaros; hay alrededor de 297 especies.

Las playas se extienden por kilómetros, las más famosas son: Bowman’s y Turner y las mejores, las de Captiva, algunas son más propicias que otras para recoger caracoles, pero todas hacen el regalo de diversas y variadas conchas marinas, ese es uno de los grandes atractivos del lugar.

El Museo de la Concha Balley-Matthews, creado en 1995, ofrece una didáctica presentación de los moluscos y caracoles y una documentación completa para los interesados.

Al llegar al Museo, la experta Kathleen E. Hoover me explica:

“Tenemos una amplia colección de conchas, contamos con el más grande especímen Horse Conch (Triplofusus Giganteus), encontrado en 1840. Mantenemos intercambio de información científica con profesionales de las ciencias marinas de todo el mundo. Por otra parte, este museo es único en su género dentro de los Estados Unidos. Además, apoyamos a los coleccionistas de caracoles para su clasificación y estudio.” El mundo complejo del caracol se abre ante nuestros ojos, diversas formas, tamaños y colores, estas conchas milenarias guardan el misterio del mar. La razón por la cual estas islas están “encantadas de caracoles”, se debe a que forman parte de la gran plataforma del Golfo de México, llamada Provincia Florida-Caribe. Esta provincia acuática es un reservorio, de millones de años de conchas y moluscos marinos vacios, el animal se ha perdido y las mareas o corrientes marinas lanzan las conchas a las orillas.

Se han encontrado más de 2500 variedades de caracoles. Un verdadero paraíso para los coleccionistas. El Museo obsequia tablas de mareas y folletos con dibujos de los caracoles para identificarlos. Se ha establecido un método y vocabulario para los recolectores y hay una serie de consejos y reglas que conviene seguir:

  1. Está prohibido tomar caracoles con el molusco dentro.
  2. Las mejores horas de recolección están relacionadas con la marea baja y la marea alta. Recoger caracoles es toda una aventura!

Sanibel es la más grande de las islas, mide 12 millas de largo, pero Captiva, con solo 5 millas, hechiza por su belleza y romanticismo. Muchas parejas se casan en la ecuménica Capilla del Mar, construida en 1903. Famosos actores y políticos eligen Captiva para descanso por la belleza de la naturaleza y la privacidad. Otro encanto de Captiva es la conservación de la antigua arquitectura isleña de madera junto a casonas residenciales. La vegetación exhuberante y los atardeceres junto al mar son otros atractivos importantes para el marco romántico.

“Nunca he sido mas feliz que durante mis vacaciones en esta islas. Playa, sol, mar, buena lectura, pesca y amor! ”- confiesa el profesor Marc Smith.

Las islas son también el paraíso de los pescadores, desde las marinas salen barcos con capitanes que los guiarán para que su pesca sea un éxito. El Capitán Bob es uno de ellos y me comenta:

“Se pueden alquilar barcos para pescar, para pasear. Tenemos programas didácticos para estudiantes y para visitantes que aman la ecología, excursiones en canoas y buceo». Mientras explica esto, un manatee se asoma junto al muelle.

Todo el año hay festividades, como el famoso Festival del Caracol, que se lleva a cabo en marzo y que atrae multitudes de coleccionistas y artesanos que ofrecen objetos, joyas y muebles realizados con conchas marinas.

En la Biblioteca Federal me espera la bibliotecaria Candice Heise quien me explica :

“Las islas atraen a artistas que viven y pintan aquí y han creado la Liga de Artistas de Sanibel y Captiva”. Sin duda, el lugar es propicio para el arte y reflejar la belleza de la naturaleza. Otra enamorada del lugar fue Ruth Hunter, una bella actriz de Broadway quien fundó junto a su marido, Philip, el teatro Old Schoolhouse, donde se ofrecen representaciones y conciertos.

Las islas, aunque mantienen un ambiente natural tiene todas las comodidades, los alojamientos son variados desde pintorescas cabañas hasta departamentitos o casas a rentar.

Después de una día de excursión nada mejor que una buena comida, son muchos los restaurantes que ofrecen platos de pescado, comida internacional o americana como el famoso The Bubble Room, tipicamente decorado y especial para los niños.

Otros prefieren el Restaurante Muck Duck, junto a la playa, donde se puede tomar un buen trago mirando como el sol se oculta entre las doradas aguas del Golfo.

Sanibel y Captiva son islas encantadoras y a la vez “encantadas” por el misterio de sus caracoles, la belleza de su naturaleza y la magia del mar.

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