La Organización Mundial advierte que las infecciones por el coronavirus COVID-19 están aumentando en todo el mundo, incluso en los Juegos Olímpicos que se desarrollan en París, y es poco probable que disminuyan pronto, informa la IPS desde Ginebra.
La epidemióloga María van Kerkhove, del programa de emergencias sanitarias de la OMS, dijo a periodistas en esta ciudad suiza que «la COVID-19 sigue muy presente entre nosotros y circula en todos los países».
«Los datos de nuestro sistema de vigilancia centinela en 84 países indican que el porcentaje de pruebas positivas para SARS-CoV-2 ha ido aumentando durante varias semanas», afirmó Van Kerkhove.
Agregó que «en general, la positividad de las pruebas es superior a diez por ciento, pero fluctúa según la región. En Europa, el porcentaje de positividad es superior a veinte por ciento».
Se han registrado nuevas olas de infección en América, Europa y el Pacífico occidental.
A mediados del pasado julio, nada menos que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio positivo a una prueba de covid, y por ello modificó su agenda de trabajo en coincidencia con su examen de seguir o no en la carrera presidencial de su país.
Las altas tasas de circulación de infecciones en los meses de verano del hemisferio norte son atípicas para los virus respiratorios, que tienden a propagarse principalmente en temperaturas frías.
«En los últimos meses, independientemente de la temporada, muchos países han experimentado aumentos repentinos de la covid, incluso en los Juegos Olímpicos, donde al menos cuarenta atletas dieron positivo», dijo Van Kerkhove.
La OMS indica que la vigilancia de las aguas residuales sugiere que la circulación del virus es entre dos y veinte veces mayor de lo que sugieren las cifras actuales.
A medida que el coronavirus continúa evolucionando y propagándose, existe un riesgo creciente de que se produzca una cepa más grave del virus, que podría evadir los sistemas de detección y no responder a la intervención médica, se indicó.
La enfermedad por coronavirus fue declarada como pandemia por la OMS el 11 de marzo de 2020, y mantuvo esa condición hasta el 5 de mayo de 2023. Enfermó a nueve por ciento de la población mundial y causó más de siete millones de muertes, según cifras de la estadounidense Universidad Johns Hopkins.
Aunque las admisiones hospitalarias, incluidas las de cuidados intensivos, son mucho menores que durante los picos de la pandemia –entre noviembre de 2020 y enero de 2022-, la OMS insta a los gobiernos a reforzar las campañas de vacunación.
Deberían asegurarse de que los grupos de mayor riesgo –como adultos mayores, niños pequeños o trabajadores hospitalarios- reciban las vacunas al menos una vez cada doce meses, indicó la organización.
«Como individuos, es importante tomar medidas para reducir el riesgo de infección y enfermedad grave, incluyendo asegurarse de haber recibido una dosis de la vacuna en los últimos doce meses, especialmente si se está en un grupo de riesgo», enfatizó Van Kerkhove.
La disponibilidad de vacunas ha disminuido sustancialmente en los últimos doce a dieciocho meses, admite la OMS, porque el número de productores de vacunas contra la covid ha disminuido recientemente.
«Es muy difícil para ellos mantener el ritmo», explicó Van Kerkhove. «Y, ciertamente, no necesitan mantener el ritmo que tuvieron en 2021 y 2022. Pero seamos muy claros: existe un mercado para las vacunas contra la COVID-19 que ya están disponibles», agregó.
La experta mantuvo finalmente su preocupación por que «con una cobertura tan baja y con una circulación tan grande, si tuviéramos una variante que fuera más grave, entonces la susceptibilidad de las poblaciones en riesgo a desarrollar una enfermedad grave es enorme».