El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas ha presentado una convocatoria oficial de huelga, que afectará a los vuelos de Air Europa los próximos días 30 y 31 de julio y 1 y 2 de agosto.
La Sección Sindical sometió a consulta entre los afiliados de SEPLA el mandato de la Asamblea de convocar huelga legal. Exigió para proceder a convocarla un apoyo a dicho mandato de más de dos tercios de los afiliados, y la iniciativa fue apoyada por un 87 por ciento de los afiliados participantes.
La huelga se convoca tras la reunión fallida de mediación previa ante el SIMA, aunque los delegados sindicales de SEPLA confían en apurar un acuerdo de última hora: “Agotaremos todos los canales de diálogo hasta el último minuto, porque entendemos que nuestra huelga perjudica principalmente a nuestros pasajeros”.
Air Europa no ha mostrado intención alguna de corregir las políticas que han llevado al colectivo al extremo, primero de solicitar y más tarde de apoyar por abrumadora mayoría, la iniciativa de huelga, señala el SEPLA.
Entre esas políticas destacan:
- El desvío de producción a la compañía Aeronova, que está causando un grave perjuicio tanto profesional como económico a los pilotos de Air Europa. Desde el día 3 de junio, muchos de ellos han visto cómo se les quitaba su actividad programada para ser realizada por pilotos de Aeronova.
- La reiterada persecución que la compañía hace a aquellos pilotos que no considera de su órbita o que exigen, velada o explícitamente, que se cumplan sus derechos. Las sanciones y castigos van desde quitarles funciones dentro de sus competencias profesionales o impedirles su legítimo ascenso y promoción.
- La constante y arbitraria modificación de las programaciones que la compañía hace sin la antelación suficiente como para que los pilotos puedan planificar su vida personal y familiar.
- La negativa constante a aportar información básica a la Sección Sindical para el mínimo ejercicio de sus funciones como representantes de sus compañeros pilotos. Esta actitud forma parte de una arraigada política empresarial que consiste en ningunear y entorpecer la labor de representación sindical de los delegados de SEPLA.
SEPLA ha pedido anticipadamente disculpas a todos aquellos pasajeros que se puedan ver afectados por los paros y se ha comprometido a respetar íntegramente los servicios mínimos que se decreten, si bien recuerda que en la última huelga la Audiencia Nacional declaró, un año más tarde, que los servicios mínimos que había decretado el Ministerio de Fomento habían sido “abusivos”.