Inspirada en la historia de Bryon Widner, la película «Skin», dirigida por el israelí Guy Nattiv («Strangers») -quien en 2019 ganó el Oscar al mejor corto de ficción con otra producción de idéntico título-, cuenta el proceso de redención de un antiguo skinhead (cabeza rapada) que, perteneciente desde la infancia a un partido neonazi de Indiana, en un momento dado se cuestiona su ideario y decide cambiar, a pesar de las consecuencias.
“Skin” es también una demostración de las cualidades actorales de Jamie Bell –el joven bailarín de “Billy Elliot”– que ha encontrado “el punto justo entre agresividad y sensibilidad” para interpretar al joven ultra rebelándose contra el destino, y contra la toxicidad de su banda.
Cruda, realista, violenta sin pasarse, versión optimista del Alex de “La naranja mecánica” y muy cercana a “American History X” aunque con un tratamiento distinto del relato, estamos ante la historia universal de una realidad –un joven supremacista blanco educado para odiar a los negros, los morenos, los judíos, los homosexuales, los que no son verdaderos cristianos, etc.– que no tiene visos de acabar en Estados Unidos… ni en otros lugares tampoco.
https://youtu.be/9-8QHHGXsQc
El realizador Nattiv ha querido humanizar al personaje y lo ha hecho a través de dos encuentros importantes en la vida de Widner: su novia, la joven Julie (Danielle MacDonald, “Lady BIrd”) madre soltera de tres niñas que ha desertado de la comunidad supremacista blanca, quien le hace caer en la cuenta de la gravedad de sus actos; y Daryl Lamont Jenkins (Mike Colter, “Million Dollar Baby”, “Men in Black 3”), el fundador de la organización One People’s Project, que ayuda a salir del odio a los supremacistas blancos.