Sonidos de libertad y la trata internacional de niños

El tema de los niños explotados laboralmente o usados por los tratantes de personas ha llegado al cine de maneras diversas, pero el impacto que ha causado «Sound of Freedom» (Sonidos de libertad), en Estados Unidos y Latinoamérica, muestra el interés que ha provocado el tema y una alerta ante el drama que sufre nuestra niñez, sin tomar aún, los gobiernos, las medidas correspondientes para acabar con esta plaga y clandestino negocio.

sonido-de-libertad-cartel Sonidos de libertad y la trata internacional de niños

Quien ha visto la película no puede recoger un gozo estético ni tampoco una factura fílmica destacada, es más bien una producción económica, realizada con bajos recursos, donde lo que importa es «el tema».

Por momentos el filme es un thriller policial que linda con lo documental, de hecho, es una historia real, la vida de Tim Ballard, un exagente del gobierno norteamericano que decide luchar contra las víctimas de la trata desde sus posibilidades.

Hay controversia con respecto a Ballard, lo acusan de vanidad y que no siempre se ajusta a la verdad, pero rescató 120 niños en un operativo secreto en Colombia, y creó una organización sin fines de lucro Operation Underground Railroad (OUR).

El rol de Ballard es interpretado por Jim Caviezel, un actor que plasmó la vida de Jesús con un verismo y compenetración tal, que se considera «La pasión de Cristo» (2004) como una de las mejores películas de cine sacro, en cuanto a la interpretación actoral; fue una película muy taquillera y también controversial.

Nuevamente Caviezel interpreta un rol con varias aristas, el del exagente Ballard. Es verdad que el filme «Sonidos de libertad» no fue aceptado por las empresas de las plataformas de Internet, que se negaron a la distribución de la película, especialmente por la calidad fílmica. Por otra parte, también hubo politización mientras la película se exhibía en Estados Unidos, y rumores de censura.

Por otra parte, representantes de la ONU, consideran que el tema de la trata de personas es complejo y el filme no alcanza a calar el problema con la profundidad que lo amerita.

Hoy en día, el marketing puede presentar de manera interesante y atractiva productos que no siempre responde a los valores que postulan. Con o sin controversia, el filme dirigido por Alejandro Monteverde ha batido récords de taquilla, y ha recaudado cerca de 183 millones de dólares a nivel internacional y ha colocado en el tapete un tema que muestra un mundo sórdido y revela el oscuro comercio del tráfico de niños donde se encuentran envueltos insospechados personajes, en la banda pedófila.

El cine tiene un impacto social enorme, con mercadeo o sin él, es un fenómeno que la sociología estudia desde varios aspectos: la identificación con los personajes, la respuesta del inconsciente colectivo, la repercusión en la moda desde la ropa hasta la decoración de interiores o maneras de hablar y gustos musicales. Incluso ha llevado al suicidio a algunos espectadores o a imitaciones distorsionadas de la realidad. El cine es un arma poderosa en cuanto a la visualización de conflictos o en la exposición de aspectos socioculturales, psicológicos e históricos.

«Sonidos de Libertad», un filme que se acerca por momentos al tema a través de estereotipos, no deja de tener el impacto a nivel audiencia, porque mal o bien desenmascara el tráfico de niños a nivel internacional, ante una sociedad que poco hace para resolverlo.

Cuando yo interpreté «La niña del gato», haciendo el papel de una niña marginada que robaba y era explotada por su padre borracho; con mi madre y una asistente social recorrí las barriadas pobres del cono suburbano de Buenos Aires y vi a niños que dormían en las calles. Quedé muy impresionada, ése era el papel que yo debía interpretar y ésta es una realidad de nunca acabar.

sonido-de-libertad-ninos-900x506 Sonidos de libertad y la trata internacional de niños
Sonido de libertad fotograma

La niñez abandonada en las calles, el tráfico sexual y la trata a nivel internacional a la que están expuestos los menores, con buenos dividendos para las redes del crimen organizado son lacras que aún no se han resuelto.

El Informe Mundial 2023 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) sobre trata de personas se hizo abarcando 141 países. En el informe se muestra, después del COVID, el aumento de esta función delictiva a nivel regional y mundial, poniendo en riesgo a las víctimas, imposibilitando el rescate con la fluidez necesaria dado que se han desplazado los lugares de encuentro tradicionales; en el caso de los menores, la situación es más alarmante debido a la vulnerabilidad de la niñez.

La región de Asia y el Pacífico tiene el mayor número de trabajos forzados y matrimonios, en cuanto a la trata de personas. Mas del treinta por ciento de víctimas de esta trata corresponde a menores de edad. La explotación laboral aumentó a un quince por ciento y la explotación sexual de niñas paso de un diez a un diecinueve por ciento.

Los tratantes aprovechan el deterioro económico, el desempleo, la migración, incluso el aprovechamiento de familiares para la entrega a cambio de dinero.

En Sudamérica la inclinación muestra que el 69 por ciento son mujeres, el cinco por ciento niñas y el uno por ciento niños. La explotación laboral y sexual son los fines más comunes de la trata.

Mientras que estas redes delincuenciales actúan con rapidez y en la clandestinidad, la identificación de datos de trata de personas es lenta y difícil, además se necesita un sistema judicial que de persecución al delito y penalice de manera más agresiva y contundente.

Los tratantes han incorporado la tecnología y llevan a cabo un proceso en etapas: la caza y la pesca: la primera a través de acercamiento en redes sociales, la segunda, con anuncios de empleos. El plan por internet a abierto el mercado a lo internacional.

Según el informe de trata de personas producido por UNODC, se registran 534 rutas de trata en todo el mundo, aunque las víctimas suelen moverse en zonas regionales y algunas de ellas logran ser rescatadas.

UNICEF y el Grupo Interinstitucional de Coordinación contra la Trata despliegan una activa campaña, y han declarado que el 28 por ciento de las víctimas identificadas de la trata en todo el mundo, son niños. En regiones como África Subsahariana, América Central y el Caribe, los niños víctimas representan el 64 por ciento. Por lo tanto, la trata es una amenaza real para millones de menores especialmente para los huérfanos, migrantes y desplazados.

La concientización social y la eficiencia del Estado o gobierno de cada país en controlar y vigilar estos delitos, además de darles penalidad y trabajar en cooperación con los otros países, podría disminuir el comercio ilícito establecido.

Tanto UNICEF, como Naciones Unidas reclama a los gobiernos que apliquen políticas más efectivas para la detención del delito, ya que todos los esfuerzos son poco, hasta la actualidad.

El productor mexicano Eduardo Verastegui ha promovido incansablemente su producto fílmico, porque sufre la problemática del tráfico de niños en Latinoamérica y él tiene un compromiso con las causas sociales. Se reunió con Ballard y con el director y trabajaron varios años en este proyecto, porque creían en la necesidad de denunciar los problemas de la niñez.

Aun con todas las críticas que rodean la película, el filme puso en evidencia una realidad que sigue lacerando nuestra sociedad. Otras películas como La infamia (2017), Sunrise (2014) y Mardaani (2014), han expuesto el problema de manera documental y muy cercano a la realidad, pero ninguna tuvo el éxito de taquilla que consiguió «Sonidos de Libertad», algo tiene el filme que convence o alerta y éso tiene un mérito.

«Sonidos de Libertad» tal vez sea un detonante para activar las soluciones, porque el cine tiene esa magia y ese poder.

¡Los niños de Dios no están a la venta!

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.