El gobierno sueco ha pedido al de Pekín, este 25 de febrero de 2020, que ponga en libertad a Gui Minhai, librero y editor nacionalizado sueco condenado a diez años de cárcel por “difundir ilegalmente en el extranjero información clasificada”.
La información de la sentencia la ha dado el canal CGTN (China Global Television Network, anteriormente CCTV-9 y CCTV-News, perteneciente a CCTV, organismo de televisión pública china).
Según el canal internacional Euronews, la administración china asegura que Gui Minhai ha reconocido su culpabilidad y no piensa apelar la condena. Para la diplomacia sueca se trata de un caso más de persecución política. El periodista Fréderic Lemaître asegura en el diario Le Monde que Gui Minhai «se encuentra desde hace varios años en el centro de vivas tensiones diplomáticas entre Pekín y Estocolmo».
En un comunicado publicado en su página web, el tribunal de Ningbo (Zhejiang) ha confirmado el 24 de febrero la condena a diez años de cárcel del editor sueco Gui Minhai, de 56 años, nacionalizado sueco en 1989 tras la masacre de Tiananmen, responsable de una editorial en Hong Kong que publica y vende libros críticos con los dirigentes chinos.
Desaparecido en octubre de 2015 en Tailandia, donde reside, reapareció tres meses después en la televisión oficial china confesando ser el responsable de un accidente de tráfico ocurrido en 2003 en su ciudad natal, Ningbo, por el que cumplió dos años de cárcel. En aquel momento también desaparecieron cuatro de sus empleados, residentes en Hong Kong, que, al igual que él, habían sido detenidos en secreto, aunque luego quedaron en libertad.
Oficialmente libre desde 2017, Gui Minhai fue retenido de nuevo en 2018 cuando viajaba en un tren camino de Pekín, acompañado por dos diplomáticos suecos. Según la información de Le Monde, el 9 de febrero de 2018 apareció de nuevo en los medios de comunicación chinos, en una entrevista grabada en la comisaría de Ningbo, en la que acusaba a Suecia de “manipularle con fines políticos”; una acusación que nadie cree fuera de China.
La misma fuente informa de las múltiples tensiones que la detención de Gui Minhai ha provocado en los últimos años entre China y Suecia, apoyada por la Unión Europea. En 2019, la asociación de escritores PEN concedió a Gui Minhai un premio que no pudo recoger.
La ministra sueca de Asuntos Exteriores, Ann Linde, ha exigido en un comunicado la puesta en libertad de Gui Minhai, así como que se le permita proporcionarle “asistencia consular”.