TAXI: El público en las manos de Josema Yuste

Luis de Luis[1]

Muchos son los llamados y pocos los elegidos y eso que, en apariencia es fácil, tiene una lógica inapelable; se juntan unos cómicos, se añaden unas estupendas, hacen el ridículo un poco, se sueltan unas gañanadas, aquí y allá y, antes de que te des cuenta, ha pasado hora y media y de vuelta para casa a llenar el estómago que la bolsa ya lo está.

taxi1-cartel TAXI: El público en las manos de Josema YusteBueno, pues no; y no será porque no se haya intentado. Con excesiva frecuencia se han llenado los escenarios de sainetes cutres y vodeviles de saldo abusando hasta la extenuación de la tolerancia y paciencia del público.

Y todo eso lo sabe Josema Yuste. De sobra. Al fin y al cabo él fue capaz (junto a Millán Salcedo) de redefinir el humor popular español alejándolo de la caspa y de la chocarrería. Josema Yuste no solo sabe lo que hace, sino que sabía, mas que de sobra, ol quiere hacer cuando se subió al asiento de este Taxi, se  caló la gorra, giró la llave de contacto, bajó la bandera y pisó el acelerador.

Así, todo comenzaba por encontrar un texto de hierro, rígido y moldeable, y su olfato no le falló con Taxi, ya representada en la España del 79. Una vez realizada la (muy inteligente) puesta al día junto a Alberto Papa – Fragomen, ya solo faltaba ponerse manos a la obra para encontrar intérpretes dotados de ese don tan escaso como valioso que es la vis cómica para acompañar la exultante interpretación de Josema Yuste que compendia años de sabiduría teatral.

Vis cómica como la que derrochan Santiago Urrialde en el papel de un comisario facha tan colérico como, a su manera, entrañable; Ignacio Nacho, quien ofrece  una interpretación bañada en la (i)lógica de niño grande de un Marty Feldman dotado de la verborrea de los hermanos de Harpo Marx; Esther del Prado, como una desconcertada femme fatale; Maribel Lara, como una desubicada esposa devota y Javier Losán corroído por la atribulación.

Todos están en su sitio, todos conocen su lugar, todos juegan para el equipo y se suben a este tiovivo de entradas y salidas, puertas falsas y escaleras cortas, conversaciones incomprensibles, palabras incomprendidas, mentiras piadosas y mentiras sin piedad que llevan al público a entrar en un estado de gracia (en todos los sentidos de la palabra) del que les cuesta (y mucho) apearse. Palabra.

  1. Luis de Luis Otero es crítico teatral

Ficha técnica y artística:

  • Teatro Maravillas (Madrid)
    Autor : Ray Cooney
    Versión y dirección  Josema Yuste y Alberto Papa – Fragomen
    Reparto Josema Yuste, Ignacio Nacho, Santiago Urrialde, Esther del Prado, Maribel Lara y Javier Losán

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