Luis de Luis[1]
Bien puede decirse que “Todas las noches de un día” es un largo y bello poema que, sin afectación o cursilería, reflexiona, medita e ilumina un amor eterno, un amor perfecto, un amor imposible, una proeza literaria al alcance de muy pocos y, entre ellos, se encuentra Alberto Conejero que habita un lugar, equidistante de Chejov y Lorca por igual, propio y fascinante y muy personal.
El teatro de Conejero es un teatro de emociones y sentimientos que brinda con sus recovecos y sus luces intactos como en el invernadero entre real y fantasmagórico en el que transcurre esta descarnada función y en el que se desarrolla el amor del sirviente Samuel (Carmelo Gómez) por su señora Silvia (Ana Torrent).
Todo en la función se pone al servicio del texto; Luis Luque entrega una finísima dirección de actores, una puesta en escena sutil y matizada (la labor en la iluminación de Juan Gómez-Cornejo y en la escenografía de Mónica Boromello merecen ser resaltadas y exaltadas) y una comprensión del texto llena de sabiduría y profundidad.
Aun así, nada funcionaría en esta excepcional función de no ser por la labor inmensa de Ana Torrent y Carmelo Gómez que para habitar las palabras de Conejero, se apoderan de sus personajes, se dejan la piel y la carne, los vampirizan y engullen, para, convertidos en dos seres desamparados, vivir cada noche en el escenario una historia de amor tan intensa como incierta, tan real como soñada, tan esperanzada como improbable, tan veraz como intensa. Tan desesperada y única, siempre.
Ficha artística
Reparto: Carmelo Gómez y Ana Torrent
Espacio escénico: Mónica Boromello
Iluminación: Juan Gómez-Cornejo
Vestuario: Almudena Rodríguez
Composición original: Luis Miguel Cobo
Autor: Alberto Conejero
Productor: Jesús Cimarro
Dirección: Luis Luque
Una producción de Pentación Espectáculos
(1) Luis de Luis es crítico teatral
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