Luis de Luis[1]
Apenas cuatro sillas, inquietas y ubicuas, acogen a Ana Mayo, Beatriz Grimaldos, Camila Viyuela y Muriel Sánchez (imposible destacar a una sobre las demás, imposible no dejar de destacar a las cuatro) que no paran quietas: van y vienen, suben y bajan, se juntan, se separan y, sobre todo, hablan, hablan y hablan.
Tienen una razón poderosa para hacerlo: van a contar, tienen que contar, una historia hermosa y maldita y la sopesan y la miden, la pasan y la repasan, la botan y la rebotan, se toman la palabra y se la devuelven hasta que están listas para contarla y el espectador para escucharla.
La historia, desgarradora y atroz, que van a contar la ha escrito con conmovedora humanidad Antonio C. Guijosa y es una historia tan compleja como lo son todas las historia sencillas; esta, si acaso, más ya que se pliega y despliega, se arma y desarma, se enreda y enhebra como cajas chinas o cuencos de cerezas.
Guijosa dirige a estas cuatro actrices magnificas y emocionantes, que atan un nudo en la garganta y el corazón del público mientras narran, narran y narran, intensas, emocionadas y frágiles, este cuento terrible de infancia e incesto, de suicidio y redención.
“Solo un metro de distancia” es, cierto, teatro documental pero es, sobre todo, teatro emocional, teatro que busca dentro de sus personajes para descubrir los recuerdos enterrados, para reconocerlos, mirarlos, explicarlos (o no), y ofrecerlos o, mejor, brindarlos y exponerlos ante los espectadores en una catarsis serena y valiente, digna y desafiante o, como ya quedó dicho, y conviene repetirlo, hermosa y maldita.
Ficha artística
Texto y dirección: Antonio C. Guijosa
Reparto: Ana Mayo, Beatriz Grimaldos, Camila Viyuela y Muriel Sánchez
Diseño gráfico: Marisol Del Burgo
Arreglos musicales: Toni M. March
Escenografía y vestuario: Mónica Teijeiro
Iluminación: Daniel Checa
Diseño de sonido: Mar Navarro
Prensa y comunicación: María Díaz
Distribución: GG Producción y Distribución
Producción: Serena Producciones
- Luis de Luis es crítico teatral.