It was you, it was you
Who made my blue eyes blue
Eric Clapton
Luis de Luis[1]
César Sarachu acepta el reto que le propone Juan Mayorga en la obra que, probablemente, Sea su texto más personal encarnar al hombre que se pone unas gafas azules y empieza a ver el mundo de otra manera, empieza a ver el mundo como si fuera el mismísimo Arthur Schopenhauer (cuyo “Mundo como voluntad y representación” hace las veces, en la función, de Biblia, vademécum y cuaderno de bitácora) ya que las gafas le dotan de, por así decirlo, el superpoder de tener capacidad de asombro, de ejercerla, de exhibirla, de, en una palabra, disfrutarla.
Mediante una interpretación asombrosa, reminiscente en su sobriedad del gran Buster Keaton y en su engañosa sencillez del no menos grande Jacques Tati, Sarachu deslumbra con lo que antes eran naderías o banalidades.
Impasible, ingenuo y chiquillo encuentra paradojas en la cola de un supermercado, en las audiencias reales y en los laberintos burocráticos que le sirven para jugar y volver a jugar en el patio de colegio en que se convierte el teatro de la Abadía. Sarachu, guiado por Mayorga, levanta la piel de la realidad – o, como Schopenhauer diría, el velo de Maya – para descubrir, que, bajo el cartón piedra de lo tangible, existe otra dimensión de la realidad, con sus propias leyes, su propia lógica, sus propia verdad; como la Caverna de Platón o la Torre de Segismundo…
A veces destartalado, a veces perplejo, a veces zangolotino, a veces destartalado, como si e un Goofy humano se tratara, Sarachu despliega todas sus artes de gran cómico que mira mirando a su alrededor tiñéndolo de color azul.
“Intensamente azules” es una sorprendente y desconcertante función (más aún viniendo de quien viene) que bien puede ser una carta de amor a Schopenhauer, o no; un capricho autoral, o no; un ejercicio de estilo, o no; una luz cegadora, un disparo de nieve, o no; una humorada, o no; o, lo que es más probable, todas las posibilidades a la vez.
Al fin y al cabo, como suscribirían sin ambages Mayorga y Sarachu y a pesar de lo que dijo el clásico, el sueño es vida. ¿O no?
- Luis de Luis es crítico teatral.
FICHA ARTÍSTICA
- REPARTO: César Sarachu
- Texto y dirección: Juan Mayorga
Ayudante de dirección: Elena Rayos
Espacio escénico y vestuario: Alejandro Andújar
Iluminación: Juan Gómez Cornejo
Música y espacio sonoro: Jordi Francés