Luis de Luis[1]
El espectador asiste, como privilegiado testigo, a un secuestro. Frente a él se encuentra lo que parece ser un sótano o un gabinete o una mazmorra. Tal vez sean las tres y, a lo largo de la función, se convertirá en refugio, escape room o palacio mental.
Y es que Dolores Garayalde ha escrito una obra profundamente introspectiva y, sospecho, autobiográfica o, al menos, que toma vuelo a partir de sus vivencias. Tomando elementos y referencias de la realidad de las ficciones (suenan en la función ecos de “Misery”, de Tarantino, de Holmes de Cumberbatch, de “Star Wars” ) la autora, (que también dirige con seguridad este eficaz montaje) elabora un juego mental, un laberinto que recorren con firmeza, seguridad y oficio Victoria Peinado Vergara y Patricia Domínguez del Pino.
Las actrices serán los dos “yoes” de una misma persona y la función transcurre, grácil y elegante, como un duelo de esgrima que recorre las calles de un laberinto (el de una relación tóxica) hasta encontrar la salida.
En “La mujer que siempre estuvo allí” hay intriga, hay ritmo y hay intensidad. Hay inteligencia, hay sentido y hay sensibilidad. Hay sombras, hay dobles, hay humo y hay espejos, hay trampas que sortear y enigmas que resolver, hay jaques y hay mates.
Es una partida que no acaba en tablas. No puede, no debe.
Do my dreaming and my scheming
Lie awake and pray
Do my crying and my sighing
In my room
Beach Boys
Sometimes I turn, there’s someone there,
other times it’s only me
Every grain of sand
Bob Dylan
- Luis de Luis es crítico teatral.
Ficha artística
Dirección y dramaturgia: Dolores Garayalde
Reparto: Victoria Peinado Vergara y Patricia Domínguez del Pino
Fotografía: Francisco Chamorro
Compañía: Turlitava Teatro