Luis de Luis[1]
¿Y qué pasó después del 20 de noviembre?
De ese 20 de noviembre.
Que comenzó la Transición y que la historia la contaron los hombres.
Hasta ahora.
Ruth Sánchez y Jessica Belda han reunido hechos clave, datos concluyentes y momentos reveladores, desde entonces hasta hoy, y los han enhebrado –con inteligencia, brillantez y humor– en un texto definitorio que desajusta la carta de ajuste de siempre.
Para contar esta historia de las mujeres en la Transición, Verónica Forqué ha creado un hemiciclo tan sencillo como poderoso y, además, ha guardado su voz para ceder la palabra a Jessica Belda, Manuela Rodríguez y Natalie Pinot, que toman las riendas del espectáculo a partir de las históricas palabras del compungido Carlos Arias Navarro que dieron el pistoletazo de salida a los nuevos tiempos.
Belda, Rodríguez y Pinot encarnan los arquetipos ( no siempre agradables) y las actitudes ( nos siempre generosas) de mujeres que transcurrieron por entonces, que aun transcurren.
Jessica, Manuela y Natalie encarnan las vidas corrientes ( si es que hay alguna que lo sea) , las vivencias diarias y las emociones a pie de calle.
Y el viaje de la transición al presente, se cuenta desde el punto de vista de las mujeres invisibles, postergadas y preteridas, y, aun así, habiendo sido capaces, de poner a salvo certezas y convicciones.
Y el viaje de la transición con fluidez, encanto y liviandad (que no ligereza) sin ahorrar desgarros o sonrisas, sin escatimar recuerdos ni dolor, sin escatimar dolor o vergüenza para concluir con las inmortales palabras –tan ruego como exigencia– con las inmortales palabras (que se cantan con dulzura y firmeza en la función) de Vainica Doble: Déjame vivir con alegría.
Amén.
Ficha artística
Dirección:Verónica Forqué
Reparto: Jessica Belda, Manuela Rodríguez y Natalie Pinot / Roser Pujol
Texto: Ruth Sánchez y Jessica Belda
Diseño de iluminación: Lola Barroso
Escenografía y vestuario: Beatriz San Juan
Una coproducción de LAZONA y Teatro Español
(1) Luis de Luis es crítico teatral
Pues sí. Lleva muerto 45 años. Y con él murió el franquismo que ahora intentan resucitar algunos por intereses espurios.