Un desprendimiento de barro en una montaña en Sierra Leona, en una localidad cercana a Freetown, ha causado la muerte de al menos 600 personas; 400 fallecidas entre las que se encuentran 100 niños.
Las intensas lluvias que han caído en los últimos días, según cita UNICEF han provocado esta tragedia. Al menos 3000 personas se han quedado sin casa y necesitan ayuda urgente; así lo ha pedido el presidente, Ernest Bai Koroma.
«La magnitud del daño no tiene precedentes», ha subrayado Hamid El-Bashir Ibrahim, representante de UNICEF en Sierra Leona. «Los niños se han quedado sin hogar, aterrados y vulnerables. Debemos hacer todo lo que podamos para protegerlos de las enfermedades y la explotación», ha comentado.
Actualmente se están habilitando tanques para almacenar agua de forma que se evite la contaminada, porque dará lugar a otras enfermedades. La agencia de la ONU se encarga de proporcionar medicinas, guantes y apoyo psicológico a las personas que están actualmente abatidas ante la catástrofe natural.