No es un libro cómodo de leer. Tranquilas ha suscitado controversia entre sus catorce autoras, porque: ¿qué significa «tranquilas» hoy en día? ¿Debe una mujer quedarse tranquila a la vista de un extraño con el que se cruza en lo alto de un puente en medio de la noche o debe echar a correr por si acaso? ¿Cuántas veces no le han hecho callar al grito de «tranquila» llamándola histérica?
Cuando quieras que alguien se tranquilice, dale razones, no órdenes. Y eso sería lo sabio de no ser por todos los prejuicios acumulados en nuestros genes que operan descartando cualquier posibilidad de calma.
Que la mujer pierda el miedo a salir de noche sola, no es tarea sencilla, pero tampoco lo es a pleno día según en qué circunstancias. Es el caso de la reportera de guerra que tiembla aterrorizada en blablacar. Es el caso de quien ha recorrido en autostop toda Italia y se muere de miedo cuando un chico de su pueblo, amigo de la infancia, se desvía a pleno sol por un camino vecinal paralelo al río.
Por eso, la editorial Lumen ha considerado que era necesario este libro, no para descartar el miedo, sino para controlarlo y armarse de valor ante los tópicos que casi nos paralizan imponiéndonoslo.
Y por eso algunas pensamos que la canción más bonita que hemos oído en una manifestación feminista era ésta: «Sola y borracha, quiero llegar a casa». Borracha o no, hoy en día sigue sin respetarse a la mujer que va sola. De noche o a pleno día. Suena a la caverna, pero es así.
La memoria juega en esto un gran papel desde el mito de Caperucita, que ha cambiado mucho («De caperucita a loba en solo seis tíos», reza un anuncio en el Teatro Fígaro, de Madrid), pero también la memoria personal, que es conjurada a la luz de historias ajenas narradas en el cine o la televisión: «¿esto no me lo hicieron a mí también? Cómo es que ahora no lo veo tan normal como entonces me pareció? ¿O es que tuve miedo y culpa de contarlo?»
La editorial Lumen ha editado este libro con catorce autoficciones escritas por catorce mujeres escritoras: Mª Fernanda Ampuero, Nerea Barjola, Aixa de la Cruz, Jana Leo, Roberta Marrero, Lucía Mbomío, Silvia Nanclares, Edurne Portela, Carme Riera, Marta Sanz, Sabina Urraca, Gabriela Wiener.
El libro cuenta con la edición de María Folguera y Carmen G. de la Cueva, capaces de convertir la confesión en literatura, con ilustraciones de Sara Herranz.
Porque es necesario abrir un camino para identificarnos, conmovernos, reaccionar y recorrer sin miedo las calles que nos pertenecen.
Tranquilas. Historias para ir solas por la noche
Editorial Lumen
390 págs.
19,90 euros
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Tranquilas: Historias para ir solas por la noche (NARRATIVA)
[…] Lo podéis encontrar en la Biblioteca Francisco de Quevedo (Los Boliches) N tra […]
[…] Hay historias realmente incómodas. […]
El relato que más me ha gustado es el de María Fernanda Ampuero, seguido del de Sabina Urraca. Los ensayos son un poco— ¿cómo diría yo? demasiado ardorosos.